Con el paso de los años, cada vez ha sido más fácil moverse de empresa para los directivos y también para la mayoría de personal de las empresas. Que han ido cambiando de empresa e incluso de sector como fruto de un proceso de búsqueda de nuevos proyectos profesionales, mayor responsabilidad o una mejor retribución.
Pero, ¿se han preguntado alguna vez si su paso por la empresa con la que han tenido la oportunidad de colaborar ha sido provechoso para esta? Pues bien, una sencilla reflexión que podemos realizar a este respecto, es comprobar si la situación de departamento, del área o del ámbito de nuestra responsabilidad a progresado adecuadamente y/o si la manera en cómo lo ha hecho ha sido la más provechosa para esta.
Algunas de las herramientas en las que se pueden apoyar son por ejemplo las cifras y márgenes de beneficios y/o facturación, el crecimiento orgánico, el inorgánico, las estadísticas de satisfacción de clientes/proveedores, mejora de los plazos de resolución de incidencias, etcétera. Muchos de ustedes se estarán preguntando que muchos logros se han visto oscurecidos con la crisis, pues para estos casos, siempre pueden recurrir al análisis Benchmarck para realizar una comparativa con otras empresas y competidores del sector.
En mi opinión este ejercicio es fundamental para evaluar nuestro desempeño profesional, y al mismo tiempo nos servirá de termómetro para evaluar a priori el potencial que tenemos de cara a asumir nuevas responsabilidades. No obstante, es un ejercicio olvidado por muchos, que ignoran que la observancia de sus propios errores pueden enriquecer su logros y proyectos futuros.
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