Momentos complicados. Días para olvidar. Se hace muy cuesta arriba encontrar los motivos para no dejar de luchar por el proyecto. En muchas ocasiones, no los hay fuera y, por esa misma razón, hay que encontrarlos dentro. Es posible que una canción, un discurso motivador o una vista atrás sean más que suficientes para activar el mecanismo y continuar.
En muchas ocasiones, los estímulos externos para motivarte no están especialmente accesibles. Es posible que no salgan las cosas como esperabas, que no hayas conseguido los objetivos o que aún quede mucho camino por recorrer para llegar a la meta. Es justo ahí, en esos momentos, en los que hay que aprender métodos particulares para motivarse a uno mismo.
Puede que una buena canción sea un ingrediente perfecto. Incluso, el deporte, donde sientes de manera mucho más directa esa superación personal. Puede que sea necesario escuchar de nuevo ese discurso inspirador que tantas cosas te movió ahí dentro hace tiempo. O puede que sea efectivo mirar atrás y repasar el porqué de tu proyecto y qué te motivó a llegar donde hoy estás.
Cada uno debe crear su fórmula perfecta para encontrar las energías en los momentos más difíciles. La soledad del emprendedor, esa sobre la que un día hace tiempo reflexionaba IC en un interesante artículo, lo requiere. Porque, aunque siempre estará la posibilidad de acudir a los más allegados, hay momentos en los que tú y sólo tú necesitas localizar de nuevo los motivos para continuar.
A priori, el aspecto psicológico puede parecer secundario cuando uno inicia un proyecto empresarial. Pero, nada más lejos de la realidad. Junto al dinero, las ideas o el equipo, la capacidad para superarse a sí mismo, para convertir cada obstáculo en un nuevo reto, para levantarse una y otra vez puede diferenciar a un proyecto ganador de otro con muchos visos de fracasar.
En Pymes y Autónomos | ¿Cómo motivar a un emprendedor?, Convertir las dificultades en motivación, una de las claves para emprender hoy Imagen | h.koppdelaney