La tendencia es imparable, el compartir espacios de trabajo y que además se convierta en un foco de colaboración y cooperación entre empresas es una realidad, sin embargo para optimizar y sacar el máximo partido a esta situación y evitar males y contratiempos mayores es necesario aplicar algunas dosis de sentido común. Quejarse de las diferentes percepciones de la realidad y de la manera de enfocar los trabajos puede crear tensiones y frustración, motivado por una falta de comunicación.
Si queremos crear un ecosistema productivo y evitar la atrofia de resultados en un entorno divertido, tenemos que ser capaces de entender y comprender las diferencias entre los miembros del espacio de trabajo. El vínculo no es una relación contractual, más bien una relación de iguales en la que entender la posición del otro y empatizar son esenciales para asegurar la pervivencia a largo plazo de la colaboración.
Cordura entre coworkers
A continuación algunas pautas para tratar de mantener la cordura en este nuevo contexto de trabajo: Identificar el comportamiento que no nos gusta de la persona con la que compartimos el espacio. Aislar ese comportamiento y tratar de averiguar si es algo circunstancial o es un patrón de comportamiento y forma parte de la esencia de esa persona, si por ejemplo existe una falta constante de compromiso y reiterados incumplimientos con fechas, acuerdos, entregas y el sumatorio de excusas alcanza límites insospechados, quizá no sea algo circunstancial y forme parte de las capacidades de ese compañero, tan pronto se identifique lo mejor es dialogarlo para llegar a un consenso.
Apreciar las diferencias, cada persona es un mundo y entre generaciones estos saltos se acentúan, pero seguro que existe una razón, es interesante buscar el "por qué" en lugar del "qué". Centrarse en el "por qué" crea interés; centrarse en el "qué" prolonga la irritación. Así que evitemos centrarnos en el objeto y destinemos esfuerzos a averiguar los motivos reales que obligan o llevan a esa situación, una persona que quizá no tiene compromiso y que reiteradamente incumple su palabra, igual no tiene la necesidad económica de procurarse ingresos o simplemente en anteriores ocasiones le han solucionado la papeleta, ahora bien: ¿merece la pena invertir tiempo y ayudarle a ver la situación de otra manera, incluso ayudarle a gestionar o mejorar esa parcela?
Sacar partido de esas diferencias. Lo bueno de estas diferentes visiones es que el ver cada uno desde un prisma el problema hace más rica la solución al tener una visión poliédrica de las circunstancias que nos han llevado a ese punto.
Los estereotipos y los prejuicios es una de las cuestiones que más rápido fricciona las relaciones y en un entorno en el que se comparte un número significativo de horas lo mejor es evitar estos conflictos.
En Pymes y Autónomos|El coworking o cómo evitar la soledad del trabajador autónomo Imagen| Al Abut