Los datos pueden proporcionar información esclarecedora a los reponsables de una empresa, orientando de forma adecuada sus decisiones hacia el éxito de la organziación.
Sin embargo, las mediciones pueden ser engañosas o erróneas, dirigiendo esas decisiones en la dirección equivocada. Por eso conviene determinar si podemos confiar en los datos que estamos obteniendo.
Por eso lo primero es empezar por aclarar lo que quiere saber. Si se está cronometrando un proceso de varios pasos, por ejemplo, qué es lo que se pretende saber, ¿el tiempo que cada paso individual consume? o ¿cuánto tiempo requiere todo el proceso?. Ambos, evidentemente son válidos, pero son muy diferentes.
Por otro lado, interesa conocer cómo se alinean las mediciones con lo que realmente se quiere saber. De hecho puede ocurrir que nuestros indicadores nos proporcionen una idea "muy cercana" o, simplementen, sea "un indicador suficientemente bueno" o, por el contrario, no sea lo que tenía en mente.
En ocasiones, es posible que nos tengamos que conformar con una medida que no sea perfecta, pero si adecuada, lo que permitirá al menos saber exactamente nuestra situación.
Si los resultados no nos proporcinan la información que esperamos será conveniente utilizar otras mediciones que nos permitan indagar en más profundidad.
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