¿Somos dueños de nuestro conocimiento?

¿Somos dueños de nuestro conocimiento?
6 comentarios
HOY SE HABLA DE

Ayer nuestro compañero Remo se hacía eco de una buena noticia: el IE volcaba a la Red, bajo Creative Commons, sus contenidos audiovisuales. De esta manera, la prédica constante de Enrique Dans encontraba acomodo en la práctica de la institución donde desempeña buena parte de sus tareas. Me felicito ya que creo que todos salimos ganando al acceder a dichos materiales, incluido el Instituto de Empresa.

Sin embargo no tengo tan claro que que quepa una traslación en bloque de esta filosofía al mundo laboral o profesional. Creo que en el mundo universitario, investigador, el lema de publica o pereces sigue siendo de plena aplicación. La mejor manera de que no te copien es dejando claro que tu has sido el primero. Pero eso es sólo media verdad, ya que luego se establecen mecanismos de copyright que protegen dicha labor de I+D.

El caso es que vengo observando una fuerte presión hacia los trabajadores para que compartan el conocimiento (y que no gozan de dichos mecanismos de protección). O por ser más precisos, su conocimiento. Claro que para algunos como Andrés, el conocimiento no es de uno mismo, si no que pertenece a toda una colectividad (en este sentido, y sin caer en discusiones filosóficas, solo lo admito plenamente cuando hay dinero público de por medio, y ya era hora de que se hiciera algo). Otros directamente, hablan de chantaje en el caso de eso empleados que pretenden guardarse para si su saber hacer. Ese termino de chantaje me da un cierto repelús. Cuando el trabajador no hace algo que la empresa desea, le chantajea. Curioso.

No estoy hablando del típico mando intermedio que se apropia de la información que la empresa le suministra y hace de su retención su fuente de poder. De su retención y de su manipulación, si me pongo duro. No. Estoy hablando de ese trabajador, de ese profesional independiente (¿hay alguna diferencia?) que se ha molestado en formarse, en convertir su conocimiento en su ventaja competitiva, que ha invertido numerosas horas y dinero en ello. Ese es el chantajista al que me refiero. A esa persona se le exige que comunique todo su potencial, que vuelque todo su saber. Y yo me pregunto, ¿a cambio de qué?, ¿con que garantías en un futuro de seguir contando con él? Mal esta la autocita, pero peor el autoplagio, y me remito a lo que ya he comentado con anterioridad en otros lares.

Insisto en que aunque lo parezca no es un tema meramente laboral. Día a día lo puedo constatar cualquier abogado, cualquier asesor o programador. Se les acercan multitud de amigos, de clientes, que intentan, gratia et amore, por la cara vaya, que se les resuelvan sus problemas: una consultilla por allí, una entrevista para pasar un presupuesto por acá, etc. Y uno se ira dando cuenta de que como, cuando pretende cobrar pro esos servicios, los que se han lucrado gratis con ellos no los valoran, o se los encargan a otros. Esta claro que hay quien ha entendido que nuestro conocimiento tiene escaso valor.

¿Qué hacer ante estos expertos del tironeo del conocimiento, ante estos descuideros del know-how? Lo que digo es difícil de hacer , pero más difícil es sobrevivir siendo vampirizado por ellos, así que al menos intentadlo. Se trata de establecer, como en todo proceso comercial, un juego de seducción. Si aplicásemos el erotismo al mundo empresarial, estamos hablando de sugerir y no de mostrar, de crear expectación y no de dar una clase de biología. Resumiendo: explicar el qué pero no detallar el cómo (influencia de mis tiempos con el despliegue de objetivos), y dejar muy claro que solo con nuestra experiencia se puede desarrollar ese como. Morbo, puro morbo.

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Imagen|Daquella manera

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Comentarios cerrados
    • Hola Jjasuki Me parece estupendo lo que planteas, pero en la práctica hay multitud de organizaciones en las que no solo no se forma, ni se potencia el conocimiento de los trabajadores, es que ademas se les saca toda la información posible, y luego se prescinde de ellos. Y contra eso entiendo que el profesional tiene todo el derecho del mundo a protegerse. Por otro lado, insisto en que no nos quedemos con la relación trabajador-empresa, pensemos también en la de empresa-empresa y acordémonos de cuanto listillo suelto hay por ahí. Sobre tu visión de lo del IE estoy de acuerdo. Ademas deben ser conscientes de que esa información es incontrolable, mejor ofrecerla tu que que circule pirateada.

    • Universoweb, te remito a lo contestado a jjasuki en primer lugar. ¿Le pagan a uno por conseguir resultados o por saber ellos todo lo que uno sabe? Si es lo segundo, hay un evidente desequilibrio en el 99% de los casos, amén de una absoluta inseguridad. ¿hace lo mismo la empresa con esos trabajadores o con esos clientes?, ¿hace lo mismo contigo un abogado cuando le contratas?

    • Totalmente de acuerdo, son muchos los amigos y familiares que con la dichosa frase de: "Tú sabrás mucho de esto" intentan hacerte trabajar gratis.

      Y no es nada fácil encontrar el punto de equilibrio.

    • Eso xxxxxxx un montón.

    • Muy buenas IC,

      En mi opinión, si una organización sabe lo que hace, debe contratar a sus trabajadores precisamente para que aporten sus conocimientos, para que los transmitan al resto y hagan que estos multipliquen el conocimiento de la empresa.

      A mis colaboradores les doy el tiempo y las herramientas necesarias para que desarrollen esos conocimientos para la empresa, no solo para ellos. Su desarrollo profesional es su activo, les servirá en el futuro tanto si tienen cabida en mi equipo como si no, pero entiendo que los conocimientos de aplicación al puesto de trabajo son de la empresa, no suyos.

      Entiendo que lo importante es poner las cartas sobre la mesa, yo no contrataría a alguien rellenar plantillas de contratos, yo contrato a alguien para colaborar vendiendo casas, cuento con que aporte mucho más que que sus pulsaciones.

      Si no es así en todas partes mal irá nuestra productividad.

      En cuanto a lo de edans a mí me parece un alarde espectacular. Viene a transmitirme que las herramientas son lo de menos, que ese equipo trabaja en esa línea cada día y que su ventaja es algo que no podemos copiar, porque va más allá de esas herramientas, es su capacidad de desarrollarlas hoy y mañana, de adaptarlas a los alumnos, al mercado...

    • Estoy hablando de ese trabajador, de ese profesional independiente (¿hay alguna diferencia?) que se ha molestado en formarse, en convertir su conocimiento en su ventaja competitiva, que ha invertido numerosas horas y dinero en ello. Ese es el chantajista al que me refiero. A esa persona se le exige que comunique todo su potencial, que vuelque todo su saber. Y yo me pregunto, ¿a cambio de qué?

      ¿De su nómina a fin de mes?

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