Los equipos que los directivos gestionan están compuestos por personas de los perfiles más variopintos, con ciertas habilidades y también ciertas carencias, que de la forma en que se dispongan en el complejo puzle de la organización, el resultado puede ser muy distinto. Por tanto, en esta situación, el papel de los directivos acapara una gran importancia, al tiempo que es el responsable de su trabajo y de la resolución de los conflictos laborales que puedan surgir.
En muchas ocasiones contratamos a alguien para cubrir una función o funciones muy específicas, pero con el transcurso del tiempo, nos damos cuenta de que dicho profesional puede proporcionar un mayor resultado, necesitando reestructurar el equipo para conseguir el mejor objetivo.
Tal vez resulte complicado actuar en este tipo de situaciones, porque no es ni mucho menos una tarea fácil, pero sin lugar a dudas es un esfuerzo que merece la pena. Puesto que dentro de no mucho tiempo podremos recoger los frutos. Por tanto, el directivo o responsable de un departamento debe encarnar esta necesidad de la empresa, engranando las piezas del equipo en busca del mejor fin.
Además, sin pretenderlo, lograremos un clima laboral muy positivo, puesto que los empleados pasarán por distintas tareas evitando que puedan perder la ilusión en su puesto de trabajo y lograr una carrera profesional más completa. Es cierto que las pequeñas empresas son muy inflexibles a este tipo de políticas, pero ¿por qué no intentarlo y disfrutar de estos beneficios?
En Pymes y Autónomos | Una buena gestión del equipo pasa por una correcta delegación Imagen | clensesclenses