Soy un gran aficionado al baloncesto, y desde hace unos años que las estadísticas parece que lo explican todo en este juego, se oye decir de jugadores que han hecho un buen partido y no brillan especialmente en el apartado estadístico de "los intangibles". Esto también ocurre en el mundo de la empresa, donde no todo mide en dime cuanto cobras y te diré cuanto produces, sino que un trabajador feliz en la oficina es un trabajador productivo.
Es cierto que se necesita un salario competitivo en el sector. Por lo general hay una horquilla donde el trabajador se siente cómodo, y todo lo que sea bajar estos límites suele llevar a una situación de tensión que se traduce en problemas en el día a día que afectan a su rendimiento y el del resto de los trabajadores.
A partir de aquí ya es cuestión de cada empresa saber mantener al trabajador motivado para que de lo mejor de sí mismo. Es importante "vender" las ventajas de trabajar en nuestra empresa frente a otras de la competencia, un punto en el que la empresa no incide adecuadamente o cuando lo hace ya es demasiado tarde.
Si el trabajador consigue ser más productivo y nuestra empresa mejora este aspecto, nuestra empresa será más competitiva. Esto puede dar margen para mejorar determinadas condiciones de trabajo en la empresa, asumir costos de introducción de políticas de trabajo más flexibles, beneficios sociales para los empleados, etc.
Además un trabajador contento va a tener menos coste para la empresa, ya que no será propenso a abandonar su puesto de trabajo, descendiendo el índice de rotación de las plantillas, con lo que implica en costes de formación inicial, fase de adaptación, etc.
Por último, todo este buen ambiente que se respira en la empresa acaba por trasladarse a los clientes. Por muy profesionales que seamos, si no estamos a gusto en una organización, acaba por notarse tarde o temprano, lo que al final en el mejor de los casos acaba con la comprensión del cliente y en el peor con una queja cuando el gestor que llevaba su cuenta ha dejado la empresa y no es la primera vez que pasa.
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