Hace unos años que está de moda que las empresas ofrezcan comida o bebidas gratis en la empresa como una forma de velar por el bienestar de los empleados y mejorar el compromiso de los mismos con la organización. Además también se mejora la productividad o mejora el trabajo de grupo.
Comida o bebida son muy genéricos. Aquí va desde las empresas que compran fruta, frutos secos o similares como una forma de potenciar un estilo de vida más saludable que redunde en una mejora física de sus propios empleados. Otras fomentan el uso de pequeños aperitivos, galletas o picos como una forma de matar el hambre. En las más grandes encontrar máquinas de sandwich o aperitivos no es extraño.
La empresa que se preocupa por sus trabajadores
Por lo que respecta a las bebidas lo más habitual es ofrecer agua, pero también café de forma gratuita. De esta manera la visita a la zona de office muchas veces se utiliza como excusa para tratar un tema pendiente con un compañero con una bebida en la mano.
La cuestión es si este gasto en el que incurre la empresa se convierte o no en una inversión. La mejora de la productividad, creatividad o crear un ambiente más distendido en la oficina que ayude a todos a trabajar mejor juntos, a desatrancar proyectos que muchas veces están pendientes de una solución que no se nos ocurre mientras estamos sentados en nuestro escritorio.
Alrededor del café común se han desarrollados muchos proyectos en las empresas
Pero siempre hay alguien que discrepa de este tipo de inversiones y piensa que si lo que se invierte en estas tonterías, se lo integraran en la nómina, sería mucho más útil. La realidad es que supondría muy poco, casi nada y sin embargo la sensación de tener fruta o café a nuestra disposición genera una mayor satisfacción a los empleados.
Esto en las empresas más "modernas". En sectores más tradicionales este tipo de convivencia se producía con el almuerzo de la mañana, donde los empleados bajaban al bar más cercano a picar algo, el café de antes de iniciar la jornada.
Lo cierto es que por mi experiencia laboral he pasado por todo tipo de organizaciones, desde aquellas que no te permitían ni ir a por un vaso de agua a otras en las que el café, fruta o pequeños aperitivos estaban a disposición de los trabajadores y eran una buena solución a media mañana, sobre todo cuando había mucho trabajo y poco tiempo como para bajar al bar a por un bocadillo.
No es algo nuevo, pero si es algo que las empresas empiezan a poner en valor. Recuerdo una en la que todos los viernes el jefe invitaba a pizza. No era lo más saludable, pero era su forma de motivar. Dirigía unas breves palabras, agradecía el esfuerzo, marcaba el camino a seguir y después de comer cada uno a su casa. Y la realidad es que el compromiso de los empleados era muy alto.
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