Los pequeños negocios y comercios presentan grandes diferencias con las grandes empresas, entre las que se destacan la dificultad en el acceso a los mercados, la explotación de canales de distribución, y la capacidad de llegar al consumidor al calor de una 'marca'.
Por tanto, una solución sencilla, barata y eficaz se encuentra en el 'branding', es decir, la creación de una marca o distintivo, que actúe como distintivo en los productos que se comercializan en pequeños comercios de un área geográfica determinada.
Esta solución se ha establecido desde hace años por parte de muchas asociaciones locales y comarcales a lo largo de nuestra geografía, convirtiéndose en una potente herramienta para llamar la atención del consumidor, aprovechando las sinergias de los distintos productos, que impulsan a nivel local el conocimiento de dicha marca, con efectos muy positivos sobre los propios participantes.
En mi opinión, el éxito de una buena estrategia de branding depende directamente de dos factores:
- El grado de compromiso de los socios y el mantenimiento de un determinado estándar de calidad: puesto que si uno de los socios se 'relaja' perjudicaría a los otros participantes en el programa
- La explotación sostenible de la marca, lo que permitirá la generación de ingresos recurrentes a largo plazo
Estos dos factores suelen ir ligados, puesto que difícilmente podemos conseguir el segundo si descuidamos el primero y viceversa, por tanto, deben cuidarse para que la empresa pueda conseguir los resultados deseados.
En conclusión, si usted regenta un pequeño negocio, en el que basa su lucro en la venta de productos o servicios locales, la opción de crear una marca asociada junto otros establecimientos de su localidad, ya sean similares o complementarios, acercarán sus productos y servicios al consumidor, incrementándose notablemente sus ventas.
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