Hoy es el día en el que la mayor parte de los comercios y tiendas online comienzan sus rebajas de verano. Lo cierto es que con la libertad que concede la ley española algunas franquicias ya han anticipado un poco el inicio de la campaña. Otros sin embargo los retrasarán hasta el próximo día 1 de julio. Pero lo cierto es que para el pequeño comercio, ya sea tradicional u online, las rebajas tienen que servir para mucho más que sacar stock del almacén.
Porque este ha sido el objetivo tradicional de esta época de bajada de precios, vender toda la mercancía de temporada para dejar sitio y tener dividendos para adquirir la nueva de otoño invierno. Pero hoy en día las cosas han cambiado de forma sustancial.
Ese exceso de stock no es tan importante darle salida, sobre todo en tiendas de ropa si el verano se alarga bastante como ha pasado en los últimos años. El cambio climático nos lleva a otoños más calurosos, donde vender un chaqueta es un imposible pero encontrar algo de manga corta también. Este stock que nos queda de verano puede ser una forma de atraer clientes a nuestro comercio cuando los demás tienen ya ropa de invierno.
Sacar volumen de productos, aun con menor margen ya no es el único objetivo de las rebajas
Y viceversa. Porque en muchos comercios de zonas turísticas, donde reciben muchas visitas de ciudadanos europeos, la demanda de ropa de abrigo en julio y agosto, puede ser un excelente reclamo para ellos, puesto que nuestra ropa de inverno no deja de ser algo de entretiempo para muchos de ellos que comienzan a vestir en septiembre.
Por lo tanto, las rebajas bien organizadas pueden servirnos como un foco de atracción para clientes específicos si tenemos una buena estrategia. Tal vez el modo de triunfar en la campaña de rebajas no sea hacer lo mismo que todos los demás. Diferenciarse puede ser una buena solución.
Para los clientes habituales se puede convertir en una oportunidad para fidelizarlos, lanzando una campaña donde ellos tengan preferencia, reservando si nos avisan de que desean adquirirlo, etc. u ofrecer un descuento adicional a aquellos que ya son clientes. Es importante captar nuevos clientes, pero también retener y cuidar a aquellos que ya tenemos.
Utilizar las rebajas como polo de atracción y elemento de marketing para lograr más clientes es una opción a explorar. Unas rebajas agresivas, con productos señuelo a precios muy bajos, nos pueden ayudar a darnos a conocer. No se trata tanto de ganar dinero con estos productos, sino que más bien sería una inversión en publicidad. Si además lo acompañamos de una campaña de difusión por redes sociales, con anuncios online o en medios tradicionales.
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Imagen | Claudio Lobos