Aunque no es una discusión nueva, ni tampoco ha surgido con la crisis, aunque con ella se ha elevado el tono de discusión, los profesionales por cuenta propia cada vez se quejan más de la poca flexibilidad que les permite el sistema, ya que para su cotización o su consideración fiscal, no se tiene en cuenta su facturación, ni el número de empleados, ni su sector de actividad.
En los últimos años, a raíz de las promesas electorales del actual gobierno cuando concurrió a las elecciones en el pasado año de 2011, parecía que las perspectivas iban a cambiar, pero muchas de estas propuestas aún no se han aplicado (como por ejemplo la no liquidación del IVA hasta que se cobre la factura), e incluso, se ha incrementado el gravamen mínimo en el IRPF al 21 % desde el 15 %.
En definitiva, que a pesar de ser una discusión que se han 'enquistado' en los debates profesionales empresariales, que resulta frustrante en base a las políticas que se han emprendido en otros países de nuestro marco de comparación, y parece haber caído en el olvido, y condenada a que no se le ponga solución, al menos, ni a corto ni a medio plazo.
Y como consecuencia más directa, está desembocando en que algunos autónomos, que a duras penas pueden pagar sus impuestos, estén dando de baja sus negocios, para seguir desempeñando su actividad del lado de la economía sumergida, confirmando una vez más que nos queda mucho por avanzar en esta materia.
En Pymes y Autónomos | ¿Para cuándo la tarifa plana de autónomos para los mayores de 30? Imagen | tnarik