Detrás de cada acción, ya sea más o menos agradable, hay una empresa, y los desahucios no se salen de esta tónica, existiendo en su backoffice pequeños negocios, como por ejemplo las cerrajerías, que a causa de lo sucedido con la desgracia de Barrakaldo hace unos días, y la mayor conciencia social que se ha tomado al respecto, están haciéndoles debatir entre lo mejor para su negocio y para su moral.
En esta situación de conflicto, han surgido pequeños negocios, como es el caso de CTLN Cerrajeros, una pequeña empresa con sede en San Sebastián e Irún, que ha decidido dejar intermediar y colaborar con los juzgados para trabajos motivados por una orden de desahucio.
El anuncio de esta empresa, ha abierto sin pretenderlo u poderoso debate moral, que se agranda en un contexto de crisis, y que en este caso se ha antepuesto la humanidad y la sensibilidad social a una línea de trabajo, que por cruel y fría que resulte, seguramente ayudaba a muchos de estos pequeños negocios a salir hacia adelante.
Tal vez algunos piensen que se trata de un mensaje temporal, e incluso de un 'lavado de imagen', pero lo que para mi demuestra es que detrás de las empresas hay personas, y que no somos máquinas, sino que nuestra actividad se basa en ofrecer bienes y servicios en un entorno en el que todos dependemos de todos.
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