Hoy es el Blue Monday, el considerado por los especialistas el día más triste del año. ¿Cómo se ha calculado que este día es el tercer lunes de enero? Se tienen en cuenta cuestiones económicas como la llamada cuesta de enero, y cómo está nuestra cuenta bancaria, si ya nos hemos dado por vencidos con los propósitos de año nuevo, etc. El objetivo de dicho cálculo no era otro que animar las ventas de una agencia de viajes haciendo que los clientes pudieran reservar y tener una ilusión de cara a su verano. Pero lo cierto es que en 2021 el día más triste del año es una campaña publicitaria que no tiene sentido.
Es cierto que tener un horizonte, una fecha en el calendario donde todos sepamos que se recupera la normalidad es de gran ayuda. Las vacunas dan una esperanza para muchas personas, para muchas empresas, pero no ponen una fecha de fin. En estas circunstancias ¿alguien se atrevería a reservar sus vacaciones con tanta anticipación con la incertidumbre actual? Lo dudo mucho.
Y esto es uno de los principales problemas para zonas que dependen en un alto porcentaje del sector turístico. Porque los touroperadores anticipan mucho las ventas y facilitan la planificación del sector. Con las reservas ya realizadas el hotelero sabe cuando tiene que incorporar a su personal, pero también el sector servicios se prepara para una temporada turística. Y la de este año será muy complicado planificarla.
La única ventaja es que ya tienen la experiencia acumulada en 2020. Lo más probable es que la mayoría de los negocios sean muy cautelosos en sus aperturas, en recuperar a empleados del ERTE, incluso más de uno se verá obligado a reducir plantillas. Sobre todo si tienen claro que no recuperarán la facturación de 2019. Porque 2021 puede ser un mal año y superar en facturación a 2020 donde muchos tocaron fondo.
Y esto puede ser un problema a la hora de ajustar los criterios de renovación de los ERTE. ¿Un negocio que mejore su facturación respecto a 2020 podrá mantener los expedientes de regulación de empleo? Porque esto puede generar muchos problemas si no se mantiene como base del cálculo 2019, que sería el momento previo al impacto de la pandemia en la economía.
La gestión del stock, de cuándo contratar o recuperar a los empleados para que se incorporen si vamos a tener limitaciones en la actividad o no en función de la evolución de los contagios.... Todo esto complica sobremanera la gestión del negocio. Pero seguro que a la mayoría no les importará, porque lo que realmente les preocupa hoy no es si es el día más triste del año, sino si su empresa llegará viva al verano.
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