"Hola, soy el cobrador de morosos para pymes, vengo a conseguir que usted haga frente a la deuda que tiene con ellas". Sería ciertamente curioso que se terminara creando una figura pública de cobrador de morosos, a la fuerza ahorcan, que tuviera que conseguir que las pymes españolas consiguieran cobrar todas las deudas que actualmente tienen.
Esta reflexión personal no es en balde y es que hoy Arag, una de las mayores empresas de defensión jurídica para empresas y particulares, hasta ahora sobre todo llevaba a cabo la defensa del parque automovilístico de media europa ha anunciado que tras realizar un estudio en una muestra de 3.000 pymes españolas ha obtenido el siguiente resultado:
Una de cada cuatro pymes necesitan asesoramiento profesional para poder cobrar las deudas de sus proveedoresHay tres factores fundamentales que hacen que para una pyme sea muy complicado cobrar los activos de dudoso cobro:
Según el Ministerio de Industria, el 94,1% de las pymes españolas tienen menos de 10 empleados, es por tanto muy difícil contar con una persona a ello esclusivamente.
El tiempo medio de recuperación de la deuda, ya metidos en gestiones administrativas, es de tres meses.
En muchas ocasiones hay que llevar acabo reclamaciones judiciales y administrativas que por desgracia las personas de la empresa no son conocedoras en su mayoría.
¿Sería muy costoso crear una oficina pública de ayuda para las pymes? ¿Los morosos acaso no estarían más dispuestos a pagar si el cobrador fuera un ente público?.
Desde luego en mi opinión sería una gran medida la creación de este tipo de oficina o servicio público, se pondría recuperar gran cantidad de pagos para dichas empresas y por tanto esas oficinas podrían sufragarse con los propios impuestos de esos pagos. Además es evidente que los moros estarían mucho más dispuestos al pago si el intermediario fuera el propio Estado.
Por tanto lanzamos el guante a la administración, ya que una de las grandes ventajas es que esta medida también podría dotar de la liquidez necesaria a muchas de las pymes que actualmente están muy ahogadas para poder realizar su actividad, por no olvidar una forma extra de controlar el movimiento de los pagos que reciben las empresas, aunque de una forma un poco más curiosa.