Muchas empresas valoran los recursos humanos como un coste no como una inversión o una oportunidad de mejorar nuestro negocio. Las personas que trabajan en una empresa, sus empleados, son en mayor o menor medida responsables de sus éxitos y sus fracasos. Por eso no se entienden algunas de las declaraciones del responsable de la COE, Juan Rosell sobre el trabajo fijo como un concepto del siglo XIX. Después se matizan las declaraciones, pero lo que viene a destacar es la falta de valor otorgado a los recursos humanos en la empresa.
Las empresas son bastante timoratas a la hora de formar a los trabajadores. En muchos casos piensan que siempre se pueden marchar a la competencia. Por lo tanto a la hora de la verdad mejor pagar lo menos posible, nada de formación en horario laboral y si el empleado quiere mejorar como profesional, que se busque los cursos por su cuenta.
El problema es que esto supondrá una falta de compromiso entre empleado y empresa, ya que los empleados saben que no se les valora y para la empresa no suponen un activo. En ocasiones es tanto así, que una organización no se da cuenta del valor que tenía para ellos un empleado hasta que no se marcha. Es entonces cuando empiezan a cuestionarse si deberían haber hecho algo más por retenerlo.
En todo caso con índices de paro que rozan el 20% es fácil hablar del fin del trabajo fijo ya que los nuevos muchas veces tienen un salario menor. Pero lo cierto es que a medida que un empleado va pasando más tiempo en una organización se va adaptando más a la forma de trabajar de la empresa y por muchos profesionales que tengan un perfil similar siempre tendrá una fase da adaptación, que puede durar incluso años hasta que alcance el 100% de efectividad.
Es cierto que también se adquieren algunos vicios o se puede perder la motivación, pero lo cierto esto es algo que ocurre en todos los ámbitos, desde la gerencia hasta el último en el escalafón, y depende del jefe mantener motivados a los empleados. Lo cierto es que esto será mucho más difícil si no se valora el trabajo de los empleados.
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Imagen | RyanMcGuire
