Hoy en día para algunas empresas el acceso a sus instalaciones y sus datos son cuestiones de máxima seguridad. Para ellas se han desarrollado en los últimos años aplicaciones biométricas ligadas al mundo de la tecnología de la información. Las aplicaciones biométricas utilizan las características físicas o de conducta del individuo para su reconocimiento. Todos hemos visto las películas de espías que acceden a misteriosas habitaciones por medio del reconocimiento de la retina.
Pues bien, la idea es un poco esto, subir un peldaño la seguridad de tus instalaciones por medio del reconocimiento unívoco del individuo. Esto se puede realizar por medio del reconocimiento por huella digital, el iris, las venas de la mano, la cara, la geometría de la mano, la escritura y la firma o la voz. Pero también pueden servirte para otros fines, como evitar colas en tu negocio mediante el pago por huella digital. Ya existen aplicaciones que explotan esta tecnología.
Ya sé que muchos estáis pensando que es más sencillo utilizar un código numérico, que asignaremos a cada empleado o en su defecto una tarjeta para fichar. Pero todos sabéis como acaban funcionando estos sistemas. Yo estuve en una empresa donde todos pasaban a las instalaciones con el código de la señora de la limpieza que tenía obviamente acceso a todas las salas.
Otro punto en el que está aumentando la presencia de estas aplicaciones es en la seguridad de acceso a los equipos informáticos. Actualmente la mayor parte de los portátiles de gama alta e incluso algunos de gama media incorporan un lector de huellas dactilares o en su defecto tienen un programa de reconocimiento por cámara. Estos sistemas son mucho más efectivos que las habituales contraseñas y tienen una ventaja, no te puedes olvidar de ellas.
Por último, ya he visto un par de restaurantes que implantan este sistema de pago por huella digital para reducir las colas y agilizar los trámites a la hora de pagar. Para ello existen varios perfiles, uno de empleado que permite indicar el precio a pagar y otro de cliente que realiza el pago sobre su cuenta o monedero electrónico. Esta es una manera de fidelizar a los clientes ya que al realizar un prepago pues es más habitual que vayan siempre a comer al mismo sitio o, cuanto menos, con mayor frecuencia.
Se me ocurren otros sitios donde implantar este tipo de pagos, a los que voy habitualmente, como el kiosco. la gasolinera o el supermercado, puesto que somos animales de costumbres y siempre acabamos en la rutina de comprar en los mismos sitios porque nos es más cómodo. En mi opinión podemos irnos acostumbrando a este tipo de tecnología porque ha venido para quedarse y la única pega que le pongo es que quizás alguien se pueda sentir un tanto incómodo.
Foto | Madrigal Photography