Cómo ahorrar en el recibo de la luz con tus equipos informáticos

Cómo ahorrar en el recibo de la luz con tus equipos informáticos
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Con el reciente tarifazo eléctrico que parece que se nos viene encima, se anule o no la subasta, parece que muchas empresas están empezando a tomar conciencia del gasto eléctrico que nos suponen los equipos de trabajo que tenemos. No se trata de prescindir de equipos, en principio, tenemos los que necesitamos pero si de ver cómo ahorrar en el recibo de la luz con tus equipos informáticos.

Ya hace tiempo que publicamos una guía sobre el ahorro eléctrico con los equipos informáticos, a la que podéis echar un vistazo. De todas formas vamos a tratar de resumir algunos conceptos para ver como podemos ahorrar energía sin perder productividad.

¿Dónde ahorrar en nuestra factura eléctrica en la empresa?

Una de las cosas que debemos saber es que los equipos portátiles consumen menos que los sobremesa, en equipos de similares características. Esto es interesante porque a lo largo de la vida útil del equipo va compensando el coste algo mayor que pagamos por un portátil que por un sobremesa. Aquí podemos tratar de ser más eficientes regulando con las opciones de energía del equipo para que se suspenda o pase a hibernación.

Es importante saber que a mayor tamaño de pantalla, mayor consumo energético. Luego está claro que tenemos que buscar las más eficientes para nuestro trabajo. Por lo general, las pantallas de tubo gastan mucho más que las planas, y dentro de estas las de LCD gastan más que las LED. Es un aspecto que debemos mirar a la hora de adquirirlas, porque si multiplicamos horas de uso por consumo y número de puestos de la empresa es interesante el ahorro que conseguimos.

Doble pantalla

Cuestión aparte es apagar las pantallas cuando nos vamos con el botón, y no dejarlas en auto, que aunque poco consumen energía, y son muchas horas las que están paradas y muchas pantallas. Con otros periféricos ocurre lo mismo, mejor dejarlos apagados que conectados sin funcionar.

Las impresoras son un caso aparte. Por lo general en estado de reposo tienen un consumo mínimo y si las apagamos al encenderse realizan todo el proceso de calentamiento, que es lo que más consume. De esta forma lo que nos ahorramos por un lado lo gastamos por otro. Sólo sale rentable apagarlas si cuando las encendemos es justo en el momento que vamos a necesitar imprimir algo, no al llegar a la oficina.

Luego tenemos equipos que deberán estar siempre encendidos, como los servidores y la electrónica de red, los routers o los switches... Al fin y al cabo tienen que realizar tareas en horas donde no se trabaja, como copias de seguridad o tenemos un servidor de aplicaciones web, habilitamos accesos remotos, etc.

Aquí poco podemos hacer, más que nada ser eficientes con los aparatos de refrigeración que tenemos para que estos equipos trabajen a la temperatura adecuada. Aquí tanto el aparato como el acondicionamiento de nuestra sala de servidores es fundamental para ahorrar una buena cantidad de dinero.

Muchas veces no es cuestión de inversión sino de hábitos o de haber pensado en ello. Lo cierto es que tomar las medidas adecuadas para ser eficientes energéticamente en la empresa nos puede suponer un ahorro cada día más importante, y lo que es mejor, mejorar nuestra capacidad de inversión en otras áreas de la empresa con ello.

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