Cuando están tan de moda los concursos o la descarga de tonos en los que hay que enviar un SMS, y nuestro operador móvil o nuestro banco nos envian muchas comunicaciones también por este medio, no es ninguna tontería plantearnos el uso de este medio de comunicación con nuestros clientes tanto para publicidad como para proporcionarle información de su interés.
Tal vez el problema que tiene el SMS para ser tan cotidiano como el correo electrónico es el límite de 160 caracteres, aunque si lo pensamos bien, la pantalla del teléfono móvil no es un medio adecuado para leer textos de muchos caracteres. Por lo tanto, debemos de pensar que el SMS no es un sustituto del correo electrónico o del correo tradicional, es un medio de comunicación más, con sus ventajas sobre el resto y por supuesto sus desventajas.
Y sus ventajas son muchas y la principal es la cercanía e inmediatez con la que el cliente recibe la información. En 2007 existian ya en España más de 47 millones de teléfonos móviles, lo que nos da la idea de que existe al menos un teléfono por habitante y lo más seguro que lo lleve siempre encima, por lo que en nuestra captación de información de nuestros clientes debemos poner mucho enfasis en obtener su teléfono móvil, tal vez mucho más que el típico teléfono fijo.
El uso típico que se está haciendo del SMS es publicitario, pero el lastre de los 160 caracteres hace que introducir un texto que defina una campaña de publicidad sea una tarea bastante difícil, se suele buscar un texto impactante que llame la atención del cliente, para que no borre el SMS corriendo y además le incite a llamarnos y obtener más información. Por ejemplo podemos poner en mayúsculas lo que queremos que resalte más y finalizar el SMS con el teléfono al que tiene que llamar el cliente.
Otro uso que podemos hacer del SMS es para informar al cliente. Pensamos que es un gasto innecesario pero nos equivocamos. El cliente aprecia mucho más un SMS donde le indicamos que la gestión que nos solicitó ha acabado a que le ofrezcamos un 10% de descuento, incluso provoca que comunique a otras personas lo bien que se le atiende y lo cercano que estamos a él. Podemos comunicarle muchos tipos de información, estado de trámites, de envios de productos, de que hemos pasado a cobro nuestro servicio, con lo que además provocaremos que esté atento a que el cobro es correcto.
La pregunta ahora es ¿cómo realizamos este envio de SMS? Pues podemos empezar desde algo tan rudimentario como conectar un teléfono móvil al ordenador y con el software de este teléfono crear una agenda de clientes, o lo que es más lógico, contratar un paquete de SMS de varios miles que hace que sean bastante económicos. Nuestro operador móvil tal vez nos cobre 15 centimos por un SMS mientras que un paquete de 1.000 SMS puede dejar cada uno en un precio de 8,5 centimos.
Pero no es solo ahorro en coste, las empresas de envio de SMS masivo nos ofrecen desde entornos web donde cargamos un documento de texto con 5.000 teléfonos a aplicaciones propias con entorno de ventanas o incluso nos dan la posibilidad de integrarlos en nuestras propias aplicaciones poniendo a nuestra dispocisión una API de programación. Todo esto incluyendo información detallada del estado del envio a cada destinatario y pudiendo acceder al historial de envio.
Tal vez se eche en falta aquí hablar del MMS, pero el SMS sigue siendo el estándar preferido por la mayoría de la gente ya que su simplicidad y rápidez es algo que todo el mundo aprecia.
Fotografía | Pixel Addict
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