Quizás sea que algo no he entendido bien, pero lo cierto es que no entiendo muy bien los sitios de trabajo que se venden como cooworking donde apenas hay escasos puestos de trabajo y pocas veces tenemos a nadie allí trabajando. Y lo cierto es que la colaboración con los demás está en la esencia del coworking.
Por lo tanto yo no clasificaría como centro de coworking aquel que no tiene una masa crítica de usuarios que están trabajando en el centro de continuo, donde tenemos un espacio abierto, se programan actividades que fomentan la relación entre distintos profesionales que nos enriquecen.
No basta con tener un lugar donde llegar enchufar el portátil y conectarnos a Internet para empezar a trabajar, tenemos que tener un ambiente de trabajo para ello. Es cierto que estos espacios, muchos de estos pequeños, con pocos puestos, una especie de minicentros de trabajo que están en el centro de las ciudades pueden ser de utilidad, pero no los calificaría de centros de coworking.
Una cosa es facilitar toda la infraestructura para poder trabajar de forma cómoda y productiva como puestos itinerantes. Sería un lugar más adecuado para trabajar que una cafetería que tenga WiFi, en el centro de la ciudad, algo similar a lo que ofrecen ahora muchos hoteles de alquiler de habitaciones por horas.
Lo cierto es que no tengo nada en contra de estos lugares de trabajo. Son útiles para los trabajadores itinerantes, pero creo que nombrarlos como coworking es devaluar el término y realmente no tiene demasiado que ver con estos lugares de trabajo.
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