Muchas empresas tienen limitado su acceso a Internet. Por seguridad, pero también por miedo a que los empleados pasen gran parte de su tiempo "perdiendo su preciado tiempo de trabajo" en redes sociales, juegos online, mensajería instantánea, etc. Parece que en muchas de ellas se paga a los empleados por estar x horas a la semana en sus puestos de trabajo, no por realizar un trabajo, de otra manera no se entiende este miedo. Ya va siendo hora de que las empresas alcancen la mayoría de edad tecnológica.
Hace tiempo que pienso que el presentismo, donde lo que se valora es estar las máximas horas posibles en las empresas, tantas como está el jefe en su despacho, no la cantidad de tareas que podemos realizar por hora de trabajo efectiva, da lugar a este miedo a abrir las herramientas que hace posible Internet hoy en día para trabajar en las empresas.
Ayer lo expresaba estupéndamente Enrique Dans, que no entendía el comportamiento de las empresas respecto a estos trabajadores. Si dejamos Internet abierto y los empleados se dedican a perder el tiempo en lugar de trabajar, ¿cuánto van a durar en sus puestos de trabajo? En caso de que esto ocurra y se limite Internet, ¿cómo vamos a evitar que lo hagan desde sus smartphones?
Es hora de que empresas y empleados lleguen a la mayoría de edad tecnológica. Llevamos los suficientes años utilizándola como para tener todos claro, qué podemos y qué no podemos hacer. Esto llevado a la práctica en un acuerdo por escrito, dejando claras las reglas del uso de esta herramienta.
Tengo claro que al final cada empresa tiene a los empleados que ella misma busca. Si lo que premiamos es estar en nuestro puesto de trabajo ocho horas, la gente acabará por ir a pasar el tiempo y poco más. Si lo que buscamos es la productividad, tenemos que cambiar el chip en muchos aspectos.
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