Se que cuando muchos hayan leído el titular habrán mostrado su desacuerdo con esta afirmación. A menudo creemos que por tener los archivos guardados en la oficina están más seguros que si se guardan en un servicio online, pero creo que los datos están más seguros en la nube que en nuestras instalaciones.
Por lo general un buen proveedor de servicios en la nube nos ofrecerá una disponibilidad del 99,90 %, lo que prácticamente significa que nuestros datos o aplicaciones estarán siempre disponibles. Conseguir un porcentaje similar para los sistemas de las empresas requiere redundancia y no todas están dispuestas a realizar esta inversión.
No se trata ya de tener una copia de seguridad, sino muchas veces hardware duplicado para poder hacer frente a cualquier incidencia. Además hay que realizar la copia de forma periódica, probar las restauraciones para comprobar que todo el proceso va bien, etc. y esto tiene un coste implícito en horas de trabajo e inversión en software.
Si somos meticulosos podemos conseguir un alto grado de disponibilidad de datos y sistemas. No hace falta llegar a porcentajes como los de la nube, ya que muchas empresas si pasan uno o dos días sin acceder a los datos pueden continuar con su trabajo de forma más o menos estable, sin afectar a su negocio de forma sensitiva. Esto no da el tiempo necesario para poder restaurar todo al punto anterior al fallo.
Robo y ubicación de los datos
La cuestión es que muchas empresas no son meticulosas. No realizan la copia de seguridad de forma periódica, no han probado jamás a restaurar desde esa copia y a pesar de ello tienen la sensación de que sus datos están más seguros porque el servidor está en el cuarto de al lado.
Esto por lo que respecta a la seguridad de los sistemas. Pero también otro de los miedos que afrontan muchas empresas al llevar sus datos a la nube es la posibilidad de que alguien le robe los datos. Lo cierto es que parece complicado que alguien ajeno a nuestra empresa acceda al servicio donde están alojados para llevarse la base de datos de la empresa y venderla a la competencia.
Parece más probable que sea alguien de la propia empresa la que pueda acceder a dicho servicios con un usuario y contraseña y descargar y filtrar dichos datos. Pero es que además este peligro ya existe en local, donde las fugas de datos se producen de múltiples maneras, no solo a través de medios electrónicos.
Lo único que veo en contra de llevar los datos a la nube, con un proveedor de servicios de calidad, es la dependencia de terceros. Pero al fin y al cabo las empresas ya están acostumbradas a depender de terceros en otras cuestiones como electricidad, comunicaciones, etc. Quizás falta todavía un poco de tiempo para ver estos servicios en la nube con más normalidad.
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