Uno de los motivos por los que muchos usuarios no están del todo convencidos para llevarse sus datos a la nube es la seguridad. Tener controlado quién accede, pero también cómo se encuentra administrado todo el sistema es importante. Porque se pueden perder datos como ha ocurrido recientemente con aquellos servicios online que utilizan MongoDB como base de datos.
Se trata de un ataque de Ransomware sobre algunas bases de datos aprovechando una vulnerabilidad. En estos casos se pone de manifiesto la necesidad de tener también una copia de seguridad reciente, a ser posible también en local de los datos que almacenamos en la nube. Se trata de no tener todos los huevos en la misma cesta.
Que el ransomware se ha convertido en un problema no es ningún secreto. Son muchas las organizaciones que han sufrido este problema también en sus propios servidores. La diferencia está en de quién depende la administración de los sistemas y su seguridad. En el caso de la nube, aunque se haya creado un parche para la vulnerabilidad, dependemos de los responsables de los servicios para que las apliquen.
Pero además incluso si no hemos sido atacados, podemos ver con desesperación cómo estamos en peligro y lo único que nos queda es realizar copias de seguridad de forma más frecuente. Lo malo es que el tiempo que podemos estar sin servicio en nuestras aplicaciones online puede ser elevado, sobre todo cuando no somos la única empresa afectada, sino que son multitud.
Aquí nos toca entender que no somos una prioridad para la empresa responsable del servicio. Volver a poner todo en marcha muchas veces no es tan sencillo y podemos estar mucho más tiempo del que nos gustaría con una interrupción de servicio. Y lo peor es que no es el primer caso, ni seguramente será el último.
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