Hoy en día es raro encontrar una empresa que no tenga página web. Otra cuestión es la utilidad que se le da a esta página. En la mayoría de los casos la web es algo similar al prólogo de un libro, que como decía Bryce Echenique, es algo que se escribe después del libro, se pone antes y no se lee ni antes ni después. Pues esa es la sensación que tengo cuando alguien me pregunta, mi empresa ya tiene página web, ¿por qué no tengo miles de visitas?
La cuestión se saber qué estrategia te has marcado para tu página web. ¿Estrategia? La web para una cantidad muy importante de empresas supone estar porque todos los demás están, pero no porque vayan a plantearse un beneficio claro con su presencia en Internet. Por supuesto esto lleva a la creación de un tipo de páginas web casi 1.0, donde no se actualizan contenidos y se comunica en un único sentido.
No se actualizan contenidos, no se realiza ningún tipo de comunicación de cara a captar clientes, ni siquiera a mostrar los proyectos que ha realizado la empresa. La web tiene más o menos el mismo valor que un PDF. Puede que hace diez años con esto fuera suficiente, pero hoy, si queremos algo más que una labor meramente informativa necesitamos algo más.
Las redes sociales han cambiado un poco las reglas que muchos clientes tienen de relacionarse con marcas y con empresas. Los clientes buscan ahora una atención más personal y aquí muchas empresas o no quieren, o no pueden dedicar tiempo y recursos a desarrollar una pequeña estrategia en este campo.
Creo que algunas empresas directamente desconocen el valor del trabajo que lleva detrás una página web moderna. De esta forma no ven claro un retorno de la inversión, invierten lo mínimo, tanto en dinero como en atención, y así es muy complicado obtener los millones de visitas que muchos clientes esperan de Internet.
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