Seguro que esta pregunta se la ha hecho más de un gerente de empresa. ¿Necesita mi empresa un informático en su plantilla? Muchas empresas calibran esta alternativa cuando han sufrido algún incidente, que sea más o menos grave, pero que afecta a la continuidad de su negocio.
Por lo general las micropymes, de menos de 10 empleados no tendrán a un informático en su plantilla, aunque depende mucho del ámbito tecnológico de la empresa. Pequeños proyectos que están dentro del área tecnológica necesitarán, que tienen en los sistemas su centro de negocio es lógico que necesiten a alguien que se ocupe de esta cuestión, aunque rara vez lo harán en exclusiva.
Costes laborales vs. rentabilidad obtenida
En estos casos las empresas valoran los costes laborales que supone contratar a un informático, alguien que se ocupe del correcto funcionamiento de los sistemas, las comunicaciones, los puestos de trabajo, etc. En definitiva, de que las herramientas tecnológicas de nuestra empresa trabajen para nosotros y no se conviertan en un problema para sacar adelante nuestras tareas.
No sólo se trata de una labor de mantenimiento de sistemas, sino también de prevención. A la vez, es importante que cuando se produzca una crisis se reaccione de forma rápida, garantizando la continuidad del negocio. Cada minuto que una empresa está parada pierde dinero y esto es importante valorarlo.
Es en este aspecto donde se tiene que medir si el coste anual de contratar un empleado que se ocupe de estas cuestiones informáticas es rentable o no. Para muchas empresas puede ser interesante buscar a alguien polifacético, que se ocupe de los sistemas una serie de horas a la semana, pero que tenga otras tareas, como puede ser la gestión actualización de la web de la empresa o en muchos casos incluso le tocará hacer de community manager ocupándose también de las redes sociales de la compañía.
Es el síndrome de la navaja suiza en el profesional, algo que no sólo se da en el área técnica sino también en otras, sobre todo en las más pequeñas, donde todos los empleados hacen de todo. Lo importante en estos casos es que el precio por hora pagado no se dispare y estén dentro de los límites que podemos pagar, ponderando entre sus diferentes funciones.
¿Externalización o contratamos nuestro propio personal?
Y es aquí donde puede surgir la duda de si externalizar el servicio o no. Empresas que nos ofrezcan mantenimiento y asesoramiento existen muchas, dependiendo de nuestras necesidades y presupuesto incluso pueden tener a una o varias personas trabajando en nuestras instalaciones.
O fuera de ellas, ya que hoy en día se externalizan también las infraestructuras y podemos tener el servidor del que dependen nuestros sistemas, para los que no tenemos por qué tener a alguien en nuestra organización con la suficiente soltura para solventar problemas, más allá del soporte técnico que nos de el servicio contratado.
Aquí es importante ver si contamos en nuestra organización con alguien capaz de supervisar este trabajo y coordinarlo con los intereses de nuestra empresa o no. No es la primera vez que veo empresas que han realizado inversiones fuera de toda lógica en herramientas, tanto a nivel de software como de hardware.
Y el resultado era un descontento patente con las soluciones tecnológicas que tenía la empresa. Es cierto que si estamos descontentos con una empresa que tenemos contratada siempre podemos ir con otras, pero a veces es más sencillo decirlo que hacerlo. Por eso creo que es importante que haya alguien en nuestra empresa que sea capaz de mantener la independencia y poner coherencia a las inversiones en este campo.
Tener este plan de inversión tecnológica a medio y largo plazo nos ahorrará dinero, no sólo en el coste de la inversión realizada, sino también en la productividad que podemos obtener con estas herramientas, que al fin y al cabo es lo que buscamos en las empresas.
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