Dar el salto en la nube, olvidarnos de las infraestructuras y servidores locales, para llevarlo todo a Internet. Es lo que nos ofrece el mundo hiperconectado en el que vivimos y la ola a la que parece que deben subirse todas las organizaciones, pero ¿sale rentable el salto a la nube en la empresa?
En un primer momento, no todas las empresas van a necesitar las ventajas que nos ofrece la nube. Movilidad, flexibilidad y acceso desde cualquier dispositivo y cualquier lugar, son algunas de ellas. Pero también un software siempre actualizado o copias de seguridad automatizadas, despreocupación por el mantenimiento de los sistemas.
Amortización de las infraestructuras primero
Para muchas empresas que ya tienen sus servidores, su servicio técnico propio o contratado, han pagado sus aplicaciones, etc. lo cierto es que será complicado el cambio. Se tiene que sincronizar el cambio para que nos coincida cambio de infraestructuras, de programas instalados en el servidor, etc.
El objetivo de estas empresas es amortizar al máximo las inversiones realizadas y muchas veces se prefiere poner un pequeño parche, una actualización, ampliar recursos del servidor para que funcione algo mejor, etc. Pero también es un sistema fiable, con el que han trabajado durante años y con el que están más o menos conformes.
En general, para las empresas más pequeñas el salto a la nube saldrá rentable. No necesitarán muchos usuarios, tendrán acceso a aplicaciones que de otra manera no podrían contratar y lo harán trabajando desde cualquier lugar, algo que suele ser bastante útil por la movilidad de los empleados de las mismas.
Pago por uso cada mes, una opción interesante para establece costes fijos
Todo depende de los costes de pago por uso que tenga que asumir la empresa cada mes. En muchos casos, los primeros tres o cuatro años, mantener nuestra propia infraestructura puede ser las costoso, aunque dependerá del número de usuarios que tenga. A más usuarios, más alto será el coste del pago por uso y más rentable la instalación en nuestras propias oficinas.
Pero también una empresa el pago por uso supone una serie de costes fijos que permiten calcular mejor el coste que tendrá su negocio y los umbrales de rentabilidad que necesita para amortizar estas inversiones. Además no necesita realizar grandes inversiones iniciales ni tampoco comprometerse durante años a utilizarlo para poder amortizarlo.
Por todo ello, y teniendo en cuenta que existen una gran variedad de modelos de trabajo en la nube, la rentabilidad o no de la misma dependerá del tipo de empresa, de su modelo de trabajo, las posibilidades de crecimiento futuro así como una estimación en el tiempo de nuestro modelo de negocio.
Por todo ello cada empresa tiene que echar sus propias cuentas, tener en cuenta todos los conceptos cuando inicia el negocio o tiene que renovar las infraestructuras. No sólo tenemos que quedarnos con costes iniciales vs. costes mensuales, sino tener en cuenta necesidades de infraestucturas de comunicaciones, de mantenimientos, de mejoras en la productividad, etc. para saber si en nuestra empresa el salto a la nube será o no rentable.
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