El año pasado advirtieron a una conocida que era probable que la despidieran. Llevaba casi veinte años en la empresa de electrodomésticos, pero la mayoría eran familia y si había que despedir a alguien ella tenía todas las papeletas. A punto de cumplir los 40 años y sin más currículum que haber sido dependienta contemplaba el futuro como un agujero negro.
En 2018 sigue en el paro. Y aún hay gente que la considera una privilegiada por haber cotizado tantos años a la seguridad social, pero lo cierto es que el tiempo pasa y no encaja en ningún trabajo. Se plantea estudiar unas oposiciones y abandonar. Porque con 40 años eres un anciano para el mercado laboral.
Estar en el paro con más de 40 años no significa estar obsoleto
Pensar que un hombre o una mujer de 40 o 50 años no tiene cabida en el mercado laboral es una locura. Una de las frases que emplean para este tipo de perfil es que "se han quedado desfasados con las nuevas tecnologías". Lo cual no es cierto, porque estar en paro no significa que no asistas a cursos o sigas aprendiendo por tu cuenta.
¿En todos los trabajos es necesario gestionar redes sociales? No. Y además, la experiencia es un grado. Al igual que en el periodismo fuera de nuestras fronteras, se deja en manos de los profesionales que llevan años y se respetan las canas, aquí sucede lo contrario. Llamar "señor mayor" a un hombre de 40 años es, en principio, extraño y sin ningún propósito positivo.
El atractivo laboral de los 40
Experiencia, trabajo en equipo, y otro dato importante... ¡No nos jubilamos hasta los 67 años! Así que considerar a una persona de 45, 50... vieja es casi una contradicción.
Obviamente, la persona que mencionaba al inicio lo tendrá algo más complicado que otra que haya apostado por estudiar una carrera o un grado en formación profesional porque ya parte con una ventaja, la de ampliar sus conocimientos y quién sabe si podrá encontrar un hueco para lo que se preparó en su día a nivel académico.
Prescindir de la experiencia es un error
Hablar en un tono condescendiente de personas que llevan toda su vida trabajando no es ni justo ni adecuado. Desde los 20 años han trabajado por cuenta propia y ajena, y ahora con 45, 46 años la ilusión no se pierde y no se debe perder por varias razones, pero sobre todo porque hay facturas que pagar y mucha vida por delante.
Los proyectos no son sólo cosa de millennials, emprender no es fácil ni nadie te asegura que vaya a salir bien, pero existe cursos online, programas de ayuda en algunos ayuntamientos que son gratuitos y prácticos. ¿Por qué no vas a poder empezar de cero si no tienes 20 años?
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