Tal y como indicaba en la anterior entrada, realmente la propuesta de implantar una metodología de evaluación de riesgos financieros basada en intangibles puede resultar verdaderamente benficiosa para pymes y emprendedores por adecuarse los criterios de valoración al tipo de activos que realmente se posee.
En la Cátedra UAM-Accenture se muestra la manera de implantar un modelo de gestión sistemático de intangibles a través de la definición y establecimiento de unos procedimientos que sirven a la postre para elaborar un Informe de Capital Intelectual que refleje los indicadores básicos, intermedios y avanzados de cada organización, y en definitiva, la eficiencia de la gestión.
Realmente es interesante plantearse si las empresas saben identificar el capital intelectual en sus organizaciones, es decir, las capacidades de las personas que la componen y la propia organización como tal, su conocimiento (know-how y expertise), sus capacidades tecnológicas y administrativas, como puede ser la gestión de proveedores y clientes, para de este modo poder llegar a elaborar el informe que anteriormente se indicaba.
De cualquier manera, lo que es cierto, y con independiencia del fin con el que se realice, hacer este tipo de ejercicio en las empresas, es decir, de análisis de recursos y capacidades, es realmente productivo ya que permite mejorar la gestión y organización de la propia entidad.
Si a todo ello le sumamos que este tipo de análisis se consigan institucionalizar, del modo que propone la Cátedra UAM-Accenture, aplicando una metodología validada y reconocida por las entidades financieras y los organismos públicos, permitirá mejorar, siendo objetivos, crear, el flujo de crédito necesario para financiar la innovación y el emprendimiento.
Vía | Accenture Imagen | Gamma Man En Pymes y Autónomos | Conocimiento