En los tiempos que corren, afortunados son los que en su labor profesional, sólo trabajan para una empresa. Entre que los sueldos son bajos, las facturas se acumulan y hay que comer, lo habitual es compaginar dos empleos para poder obtener un sueldo digno.
El escenario actual dibuja dos perfiles: el trabajador que triunfa gracias a su esfuerzo, siendo su propia empresa, cuando en realidad lo que quiere decir es: trabaja las 24 horas y vive para trabajar. Por otro lado, están quienes añoran el contrato y el trabajo en una fábrica o empresa, como lo hicieron sus padres y tienen pensamientos idealistas.
El pluriempleo no tiene acento español
Basta con charlar con cualquier persona que viva en Suecia, Alemania..., para comprobar que compaginar dos trabajos es la única solución para mantener una familia de tres, por poner un ejemplo.
Cuando se habla de conciliación, de permisos por maternidad o paternidad, nos preguntamos: ¿Se tiene en cuenta esta situación? ¿Se habla entre la clase política y sus discursos de este retroceso? ¿Cómo puede conciliar una persona que apenas tiene tiempo de dormir y de comer?
¿Es Alemania el ejemplo a seguir por España?
La tendencia de los "minijobs" entre los ciudadanos alemanes está en alza. Lo habitual es trabajar entre semana y el fin de semana destinarlo a otro empleo para completar el sueldo. Esto no quiere decir que todos los alemanes tengan que optar por esta salida para llegar a fin de mes.
Pero si trasladamos el pluriempleo a nuestro país: En España hay 448.200 personas pluriempleadas, es decir, que combinan dos o más trabajos al mes, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE.
Tras la crisis, los nuevos empleos que se crean reúnen todas las condiciones de precariedad: rotación, temporalidad, tiempo parcial,... ¿Y en qué se traducen estos datos? En vivir para trabajar, en trabajar para pagar facturas y en una brecha cada vez mayor entre una parte de la población y otra.
El individualismo, el hambre de trabajo y algunos discursos que han calado entre aquellos que no pueden sobrevivir con un sueldo, nos lleva a reflexionar: ¿Vamos por el mejor camino? ¿Hemos retrocedido en comparación con nuestros padres? ¿Lo cool es vivir para un empleo o dos?
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