Tataramundi es un excelente ejemplo de cómo los mecanismos de la compra colectiva pueden ser de utilidad para otros fines, diferentes a los consumistas.
En este caso el objetivo es que mediante una plataforma de compra solidaria recaudar fondos para proyectos y organizaciones humanitarias.
La iniciativa surge de la mano de Pepu Hernández y Vicente Cervera. Con Tataramundi se consigue poner al alcance de todos experiencias extraordinarias y, por otro, recaudar fondos para proyectos y organizaciones humanitarias. El 100% de lo recaudado se destina a estos fines.
El funcionamiento es el siguiente una vez determinado un evento especial, se expone en la plataforma. Se divide el precio inicial en pequeñas cuotas del mismo importe (cinco euros), numeradas correlativamente, que se podrán adquirir durante un plazo predeterminado. Cada vez que se adquiera una cuota, se reducirá en ese mismo importe el precio de la experiencia.
Para concluir el proceso, un notario elegirá por sorteo un comprador entre todos los que hayan participado, destinando el total de lo recaudado a la ONG o proyecto humanitario que el donante del artículo o experiencia haya elegido previamente.
En definitiva, una buena idea para responder a un buen propósito, pero que se puede replicar para otros fines igualmente interesantes.
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