Las oficinas sin paredes, los espacios ideales donde los empleados comparten el mismo espacio puede convertirse en un infierno. Sobre todo si tu papel requiere un grado de concentración máxima. Y no nos engañemos, cuando las puertas se derriban, las personas se comunican y eso conlleva ruido.
Si trabajamos en casa, los vecinos que hablan a gritos, ese perro que han dejado solo y reclama con ladridos algo de atención se convierten en el peor enemigo para nuestra productividad. No importa lo mucho que madrugues. Si tu casa no se asemeja a un estudio de radio no podrás aislarte. ¿Es entonces la música la única solución?.
No puedo vivir sin ti
Mientras redacto este artículo escucho los golpes de un martillo, mi vecina ha considerado que es el momento ideal para hacer obras, algo normal pero que se convierte en una tortura si lleva una semana con el asunto.
Una chica regaña a sus hijos. Pero no lo hace en un tono suave. Los decibelios superan cualquier canción que suene en un pub. A la vez, el perro de los vecinos de enfrente que vive solo prácticamente todo el día se afana en ladrar con energía. ¿Así se puede pensar con claridad? No.
El murmullo agradable
Algunos expertos consideran que trabajar con música nos distrae, porque la música invita a pensar, a pararnos para apreciar la melodía. Sin embargo, el ruido ambiente de un grupo de personas hablando puede ser incluso estimulante.
Eso es relativo. Si ese ruido va acompañado de un tono de voz más alto que el de el resto, al final la distracción es mayor y podemos terminar transcribiendo su conversación.
No es necesario permanecer sentado frente a un ordenador para que la música se convierta en un aliado para la concentración e incluso la mejora de la productividad. De hecho, en muchas fábricas la música convierte una tarea repetitiva en algo más agradable si a nuestros oídos llega una melodía atractiva.
Una canción para cada acción
Se asocia la música clásica, o instrumental como la idónea para realizar una tarea que requiera concentración y es cierto, pero cuando nuestro trabajo implique un cierto relajamiento o una actividad mecánica, como la de un diseñador gráfico, hay espacio para todo tipo de música.
Recuerdo a un compañero que parecía trabajar en la discoteca de moda y era un excelente profesional del diseño.
Ahora continuaré escribiendo con música instrumental que en absoluto disfraza los martillazos ni me ayuda a mejorar la concentración. De hecho, cuando llevamos un cierto tiempo escuchando música hay que desconectar. Sobre todo si aparece el bloqueo mental o el cansancio.
En Pymes y Autónomos|El lado positivo de las distracciones Imagen|StockSnap