Recientemente he leído un informe realizado por el Observatorio Audiovisual de Identidades de UNIR en el que analiza la información que reciben los españoles sobre la crisis económica y qué percepción tienen de ella. Este tipo de análisis pueden resultar útiles a las empresas porque estas percepciones pueden influir en el comportamiento de los consumidores.
En este sentido, a pesar del esfuerzo mediático por introducir la prima de riesgo de manera continua, resulta que lo que al común de los españoles le preocupa es quedarse en el paro (87,7%), la educación (81,4%), la sanidad (80,4%), y un dato importante, el descenso de los salarios a menos de los tercios de los encuestados (63,3%).
Sin embargo, hay cuestiones que generan incertidumbre, aunque sea basándose en informaciones supuestas. En este sentido me ha llamado la atención que el 67,8% de los encuestados piensen que los contratos temporales sean mayores que los indefinidos. En realidad hay trs empleso indefinidos por cada uno temporal, tal y como refleja la EPA de julio de 2012, hay 11 millones de trabajadores con contrato indefinido y sólo 3,4 con contrato temporal.
Por tanto, siendo importantes las cifras macroeconómicas, a cada uno le preocupa lo que directamente le puede afectar y cuando un 90% de encuestados ven el futuro tan incierto, es decir, saber cuánto tiempo le va durar su empleo y, lo peor, que si lo pierde pocas opciones van a tener de encontrar uno nuevo, no es extrañar que se genere un círculo vicioso.
Con eso quiero decir, caída del consumo, facilitado por un encarecimiento generalizado, lo que implica menores ventas para nuestras empresas y al final acaba con el efecto de amortización de puestos de trabajo.
Alguien pensará y qué pasa con la internacionalización de las empresas. Pasa que la realidad nos demuestra que si vender dentro es difícil, abrirse mercados en el exterior mucho más, y más aún para un tejido empresarial formado por microempresas, porque se requiere de unos recursos e infraestructura de la que en muchas ocasiones no se dispone, por lo que en la mayoría de los casos no representa una opción.