A la hora de buscar una idea para un negocio siempre tendemos a recurrir a lo que tenemos más cerca. Ante esto se nos puede plantear una cuestión ¿puede nuestro hobby transformarse en un negocio?
Al buscar la contestación a esta pregunta debemos analizar detenidamente esa idea. La ventaja que tenemos en este caso es que podemos conocer en profundidad las características de esa actividad y el mercado en el que se mueve, el principal inconveniente es que nos resultará muy difícil ser objetivos con ella.
Otro aspecto a considerar a la hora de valorar la conveniencia de transformar una afición en un negocio es que debemos ser capaces de cambiar nuestra mentalidad con respecto a la misma.
Una afición nos hace disfrutar, un negocio nos debe proporcionar una rentabilidad económica, por lo que el planteamiento es totalmente diferente y la actitud que debemos adoptar también. La recompensa de nuestra actividad no ha de ser sólo la satisfacción personal.
La rentabilidad no sólo ha de venir desde el aspecto económico. También debemos contemplar el tiempo que dedicamos a esa actividad y el rendimiento que obtenemos por ese tiempo. Cuando esa actividad nos gusta y disfrutamos con ella corremos el riesgo de dedicarle demasiado tiempo, más del necesario, y descuidar otros aspectos importantes para el negocio.
La motivación de hacer que un hobby pueda darnos un rendimiento económico no debe hacernos perder la perspectiva de lo que supone tener un negocio. Debemos aprovechar el grado de conocimiento que tenemos de la actividad y complementarlo con aquellos elementos que son necesarios para que la maquinaria funcione y sea realmente productiva.
En Pymes y Autónomos | Doce nichos de negocio para el 2012
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