Se aproxima la Navidad y con ella, las compras. Después de el Black Friday, el Ciber Monday y todas las rebajas con las que han abrumado tanto online como en las tiendas físicas, lo cierto es que siempre quedan detalles por comprar y cuando se opta por Internet, Amazon suele ser el elegido.
Lo llamativo este año, ha sido recibir un paquete un domingo junto a un repartidor con una frase acompañando su entrega: "Esto es Amazon, pura esclavitud", ante la sorpresa de recibir un pedido que no era urgente, un domingo.
¿Tiene tanta prisa el comprador o la tiene Amazon?
De acuerdo con que todo va más rápido, vivimos a la velocidad de la luz, y lo queremos todo para ya, por esa prisa que se ha globalizado y que en ocasiones, es absurda. Sobre todo en el caso de una compra online que no urge tener al día siguiente, y menos un domingo.
No es de extrañar que ante la sorpresa incial de que ese día, en principio de descanso, te llegue un pedido y algún repartidor quejándose y con razón de las condiciones en las que trabajan.
Amazon Flex, ¿la culpable del descontento de los repartidores de Amazon?
Sé tu propio jefe. Organiza tu horario”. Así se promociona ‘Amazon Flex’, que permite a través de una aplicación elegir la ciudad donde repartir paquetes de la empresa. Me he metido en la página y las preguntas son sencillas: Qué ciudad selecciones para repartir, tienes vehículo propio, sistema operativo de tu móvil y poco más.
Se trabaja en bloques de dos horas, un total de cuatro. El número de paquetes puede variar y es por ello que el tiempo estimado de reparto se alargue, sobre todo si se vive en una gran ciudad.
Algo que deja claro esta aplicación es que no es una fuente de ingresos con la que puedas vivir como si fuera un trabajo, en realidad es un extra. Y navegando por las redes, encuentras testimonios de personas que realizan este trabajo como un extra a su empleo habitual.¿Rentable o no? Como dice uno de los repartidores, eso dependerá de cada uno y de sus circunstancias, a él le va bien.
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