Ahora que tenemos la subida del SMI como una de las primeras medidas que va a tomar el nuevo Gobierno de acuerdo con los agentes sociales y se habla tanto de la imposibilidad de asumir estas subidas es interesante ver cómo han evolucionado los sueldos en la última década. Y la realidad es que el salario sube de forma desigual en la empresa, los más perjudicados los empleados.
Según el informe anual "Evolución salarial 2007-2018”, efectuado por ICSA Grupo con la colaboración de EADA Business School, con datos de más de 80.000 empleados por cuenta ajena en España, el salario de los empleados ha subido en 2019 un 1,89%, mientras que el de los mandos intermedios duplica este porcentaje, hasta el 3,43% y en el caso de los directivos se sitúa en el 4,58% de aumento. Y todo esto en un momento de estancamiento de la economía.
De este modo sigue aumentando la brecha salarial entre directivos y empleados de una empresa. Lo malo es que se convertido en una tendencia que poco a poco va a más. Se mantiene una base salarial baja para los empleados mientras que para los directivos cada vez son más altos los sueldos. Más desigualdad en las empresas, más insatisfacción por parte de los empleados, que no ven recompensados sus esfuerzos de manera adecuada.
Luego muchos se sorprenden del poco compromiso que muchos empleados pueden mostrar hacia su empresa o de las intenciones de cambiar de trabajo a la mínima oportunidad que tengan para mejorar su salario. El esfuerzo es conjunto pero la recompensa desigual.
Veremos si la derogación de algunos de los aspectos de la reforma laboral, como la prevalencia del convenio de empresa sobre el sectorial o la vuelta de la ultractividad pueden corregir esta creciente desigualdad salarial en las empresas. Esta claro que no tiene el mismo impacto subir el 1% de salario a 100 trabajadores de la empresa que un 4% a 5 directivos, pero se trata de que la buena marcha de la empresa suponga una mejora para todos