El pago de la cuota de la Seguridad Social para los autónomos según los ingresos que tienen va a suponer un cambio o la derogación de la conocida como tarifa plana. No tiene demasiado sentido que se bonifique negocios que desde el principio están siendo rentables o que otros que no llegan a dar los beneficios esperados coticen como si los tuvieran. Para muchos trabajadores que quieren iniciar su andadura por cuenta propia es un aliciente, pero que preferirían, ¿tarifa plana o 100 euros de cotización si los ingresos son menos del 50% del SMI?
Porque esto es lo que se está negociando estos días con los agentes sociales. El 60% de los autónomos declara que sus ingresos no llegan al SMI. Y están pagando una cuota de 289 euros mensuales. Aquí se está valorando un primer tramo, para los que no lleguen al 50% del SMI con una cuota de 100 euros y aquellos que no llegan al SMI pero superan ese 50% de ingresos que pagarían una cuota de 170 euros mensuales.
Para los que están en torno al SMI y hasta los 30.000 euros se mantendrían igual que ahora, pagando por la base mínima. Es a partir de esta cifra donde los tramos irían aumentado de 10.000 euros, y la cuota se incrementaría progresivamente hasta llegar a doblarse prácticamente si se superan los 60.000 euros.
Es en esta franja donde se pueden producir más ajustes, porque un buen año en trabajo e ingresos para un autónomo le puede llevar a tener que cotizar más o menos si se superan determinados topes. Es aquí donde entra en juego la posibilidad de ir cambiando la base de cotización a lo largo del año, algo que sería voluntario, para que luego llegado el momento de la liquidación al año siguiente se ajuste lo pagado lo más posible lo que deberíamos haber pagado. Algo muy similar a lo que ocurre con el IRPF.
¿Cuál es el problema? Que en muchos casos los autónomos pueden ver que están pagando según los ingresos del año anterior, pero en este año no están a ese nivel y pagarían más de lo que les correspondería. Por ejemplo, se cotiza según ganancias de 2019 y de tienen ingresos de 2020. Para la mayoría sería un problema. Es aquí donde poder ajustar cotización, a la baja o al alza permite corregir estas cuestiones.
Por último un aspecto que también se está considerando de cara a mejorar las pensiones de los autónomos es establecer aportaciones voluntarias al sistema que tendrían incentivos fiscales. Yo aquí sinceramente no le veo recorrido, porque muchos autónomos que tienen capacidad financiera para realizar este tipo de aportaciones prefieren ponerlo en planes de ahorro o de pensiones privados, simplemente por el hecho de no tener que depender únicamente del estado y no poner todos los huevos en la misma cesta.
Imagen | Raúl Hernández González en Flickr