Trabajar desde casa también genera unos gastos que el cliente debe conocer
Teletrabajo, el sueño o la utopía para muchos trabajadores. Y una realidad para los freelances o autónomos, sobre todo los que se dedican a la redacción, diseño, informática, contabilidad. Una opción válida si cuentas con una cartera de clientes considerable y fijos. Pero sobre todo, que son conscientes de que trabajar en casa genera gastos.
A veces, se vende una manera un tanto idealista el trabajo desde casa. Y si bien tiene ciertas ventajas, lo real es que el trabajador tiene que hacer frente a una serie de gastos fijos y otros que pueden llegar sin avisar como la ruptura de su herramienta de trabajo: su ordenador.
Las ventajas del teletrabajo son muchas y las empresas tienen que valorarlas
Como comentábamos recientemente, en el Día internacional del teletrabajo, es hora de que las empresas se den cuenta de los beneficios que aportaría a su organización, contar con más teletrabajadores.
Obviamente, no es lo mismo trabajar para una empresa que por cuenta ajena. Si uno pertenece a una plantilla y tiene un contrato, habrá una serie de requisitos y de condiciones que no afectarán de igual modo que a quien está solo frente al peligro: el autónomo.
Trabajo desde casa, eso significa que le pongo más interés a su proyecto
Lo que una empresa ahorra con un teletrabajador, no lo hace uno por cuenta ajena
Para empezar, no cuentas con un cliente (si tienes suerte) y has de dedicar tiempo a cada uno. Eso conlleva tiempo, luz, datos móviles y tener un equipo activo prácticamente todo el día. Las tarifas son económicas pero normalmente van en detrimento de las horas que puedes navegar, y si te vuelcas en cada proyecto al 100%, a fin de mes pagarás unas cantidades importantes.
Y si apuestas por el coworking, como no dispongas de un buen sueldo a fin de mes, no deja de ser otro gasto, sobre todo si no entra en tus planes conocer a más personas de tu sector o en tu método de trabajo prefieres el silencio que estar rodeado de gente.
El coworking lo relacionan con trabajar con ilusión, por mi experiencia personal lo relaciono con regalar mi dinero
Una pequeña oficina en un lugar de casa con los mismos gastos que una enorme
El teletrabajo tiene muchas ventajas, sobre todo cuando pensamos en gastos en transporte y contaminación. El teletrabajador no se mueve de casa y no ha de madrugar para acudir a su puesto, cuatro horas antes.
Rectificación, el teletrabajador también madruga. Y por una razón bien sencilla, al trabajar desde casa, es la mejor forma de organizar la jornada para que el día cunda. Poder atender llamadas habiendo cumplidos con responsabilidades como llevar al niño al colegio.
Y ahí entra otro gasto: el teléfono. Un cliente necesita pedirte un cambio y te pide que lo llames. Y tú lo haces con gusto, pero lo que se podía haber resuelto en diez minutos se alarga hasta media hora o más. ¿Quién paga la factura? Tú.
El 27% de las empresas apuesta por el teletrabajo, frente al 35% de la media europea
El teletrabajador, necesita organización, comprensión y comunicación con el cliente
Cuando no existe una empresa que nos respalde, es fundamental dejar claro en el presupuesto que pasemos a nuestros futuros clientes que somos freelances, no seres de luz. Ni trabajamos tras darnos una carrera de buena mañana y tomar una ducha, en una habitación luminosa.
Por decisión propia o porque no queda otro remedio, el trabajo que van a recibir lo realizamos desde un lugar donde somos los responsables de cada detalle y si bien, el freelance se vuelca en entregar trabajos de calidad, se debe esperar también que los precios sean razonables puesto que los gastos también lo son.
Si existe una buena comunicación con el cliente, éste comprenderá que contratar a un freelance que trabaja desde casa no es un chollo, está pagando por unos servicios de un profesional que está ubicado en otro lugar que no se llama empresa, nada más.
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