Uno de los objetivos de la reforma laboral era reducir la temporalidad. Pero dentro del marco de los contratos indefinidos los despidos se han multiplicado por 7. Los trabajadores indefinidos que en el año 2022 fueron despedidos después de terminar su periodo de prueba fueron 23.404 entre enero y noviembre.
¿Por qué no es un fracaso de la reforma laboral? Porque desde colectivos como la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos (Aedrh) opinan que no está claro que esta práctica obedezca a una estrategia laboral para sustituir a los contratos temporales. Quizás tiene algo que ver con una posible recesión en el mercado de trabajo.
El sindicato USO dio la voz de alarma ante el aumento de los despidos de trabajadores indefinidos
Desde el sindicato USO denunciaron que el periodo de prueba duraba en función de los puestos, entre dos y seis meses. Es decir, los contratos indefinidos eran utilizados como una vía para mantener la temporalidad en algunas empresas.
En septiembre de 2021 se dieron de baja 328, 68 contratos indefinidos de media. Un año después, en septiembre de 2022, la cifra ascendía a 2.641,77 según datos de la Seguridad Social. Esto implica que se han registrado un 703,75 % más de contratos indefinidos en 2022 que en 2021 durante el periodo de prueba. Es decir, se ha multiplicado por siete el número de bajas por esa causa.
El lado positivo existe en el aumento de despidos durante el período de prueba
Resulta complicado afirmar que haya algún resquicio de optimismo tras estas cifras, pero lo hay. Es cierto que eliminada la opción del contrato temporal, las empresas disponen de un único período de prueba en el contrato indefinido, y algunos empresarios han despedido a sus trabajadores.
Pero el porcentaje global de quienes han optado por esta vía para despedir durante el período de prueba es bajo, alrededor de un 1,2 %. Por otro lado, los despidos coinciden con los meses de julio, agosto y septiembre, durante los cuales el paro asciende al concluir el trabajo estacional.
El objetivo básico de cualquier reforma laboral es que los niveles de precariedad mejoren y todavía es muy pronto para saber si esto ha ocurrido. Esta reforma no tiene el suficiente recorrido para evaluar si es positiva o negativa. Mejorable, seguro.
Una reforma laboral que va en buena dirección pero necesita tiempo
La temporalidad es un mal que conocen a fondo médicos, enfermeras y profesores, por poner algunos ejemplos. Desde Bruselas dieron un toque de atención al Gobierno para que se redujera en la administración.
El cumplimiento de la Ley Estatal 20/2021 aún necesita tiempo para introducir los contratos indefinidos en un sector donde la falta de estabilidad es conocida. Esto no sólo llevará a un aumento de esta modalidad de contrato sino a una estabilidad necesaria en profesiones a las que no se suelen asociar con temporalidad.
Bajas por dimisión y fijos discontinuos
Desde el Observatorio trimestral del Mercado de Trabajo destacaban el número de bajas por dimisión o abandono voluntario, un número similar a los despidos en período de prueba. Con estos detalles es complicado efectuar un análisis exhaustivo de las causas del aumento de salida de los contratos indefinidos.
Lo que queda claro es que hecha la ley, hecha la trampa. Sin embargo, sólo queda vigilar el uso fraudulento que se le pueda dar a los periodos de prueba de los contratos indefinidos. A la vez, también es necesario conocer más datos sobre la inactividad de los trabajadores fijos discontinuos, algo a lo que se ha comprometido recientemente la ministra Yolanda Díaz.
Habrá que esperar para conocer si estas cifras se consolidan en el tiempo para comprobar si las medidas adoptadas para combatir la temporalidad, son efectivas o no.