Hoy hemos presenciado en los medios de comunicación una noticia, cuanto menos curiosa, en la que la patronal de la gran distribución en España, Anged (agrupada por empresas como El Corte Inglés, Ikea, o Carrefour), aboga por un aumento de la jornada de los empleados, y al mismo tiempo una reducción de salarios, en forma de eliminacion de una paga extra, de los complementos, y la congelación de la antigüedad.
Todo un conjunto de medidas, que en principio estaría diseñado para ligar la retribución de estos empleados a la evolución de las ventas, produciendo lo que en economía se denomina un ajuste vía precios. Porque aunque en principio procuraría un mantenimiento de los puestos de trabajo, lo haría imponiendo una retribución más austera.
Esta medida cuenta con dos aspectos diferenciadores, por un lado, no es discriminatoria entre los empleados del sector al afectarle a todos por igual, y en segundo lugar, permitiría ajustar los precios y la competitividad sin entrar en una guerra de precios, que tanto daño puede hacer al sector.
Sin entrar en el detalle de si las medidas laborales concretas son acertadas o no, el hecho de que las retribuciones se vinculen a las ventas es todo un acierto, porque las políticas de compensación se ajustan a la capacidad de las empresas, y podrán sobrellevar sus costes de una manera más armónica. Aunque también sería muy importante que estos fundamentos se pudiesen mantener también en épocas de bonanza, evitando quedar como un mero 'parche' ante las necesidades del momento actual.
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