Según un estudio llevado a cabo por la empresa Infojobs en España el 58% de las compañías españolas que no aplican el horario laboral europeo están a favor de adaptarse a este modelo, mientras que el 83% de los trabajadores que disfruta de dicho horario europeo desearía tenerlo. Parece que empresas y empleados desearían optar por este modelo, pero la realidad es otra.
Por un lado hay que tener en cuenta que son las empresas de más de 50 empleados las que están más predispuestas a aplicar este tipo de horarios. Esto casa muy mal con el tejido empresarial español, donde la mayor parte lo forman autónomos y empresas de entre 1 y 9 empleados, es decir, micropymes, que tienen trabajadores muy vinculados con la empresa.
En estos casos tenemos que tener en cuenta que una cosa es el deseo y otra muy diferente la realidad. Para el 42% restante de empresas que no toman en consideración implementar el horario laboral europeo tienen como principal motivo que su actividad está basada en el comercio y el servicio al cliente (90%).
Pese a que la flexibilidad en el horario de trabajo, para el 21% o la jornada intensiva para el 16% de los empleados son las medidas no salariales más valoradas, la realidad es que sólo el 22% de los empleados disfrutan de este tipo de horarios donde como máximo hay una hora para comer y la jornada no se alarga más de lo necesario.
Al final los horarios laborales en España se mueven entre ocho de la mañana y ocho de la noche, eso sin tener en cuenta los días que por acumulación de tareas nos quedamos más tiempo, algo que al final deja muy poco margen para la vida personal haciendo casi imposible la conciliación. Es muy complicado que las empresas tomen este tipo de determinación por su cuenta, ya que muchas siguen pensando que cuantas más horas abiertas más posibilidades de negocio.
En Pymes y Autónomos | Jornada laboral continua y el error de extender los horarios