Según el Ministro de Seguridad Social, José Luís Escrivá en declaraciones ante la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Senado, desde el inicio de mayo hasta ahora la afiliación a la Seguridad Social ha crecido en más de 285.000 personas, recuperándose parte del empleo destruido anteriormente. Parece que los incentivos para recuperar trabajadores del ERTE están funcionando, pero ¿son suficientes?
Porque ahora mismo la bonificación en las cotizaciones que obtiene una empresa es superior si saca al empleado del ERTE que si lo mantiene. Ahora bien, no es el único gasto del empresario, también tiene que hacerse cargo de su salario y si no está seguro de que va a tener trabajo suficiente durante los meses de verano prefiere ir con cautela y mantenerlo en el ERTE.
Según datos del Ministerio de Seguridad Social actualmente quedan unos 2 millones de personas en ERTE de fuerza mayor, un 35% menos que a principios de mayo, y 320.000 en ERTE de no fuerza mayor, un 20% menos que en los máximos de mayo. La medida real la veremos en el mes de julio donde muchos de los empleos dependientes del sector turístico deberían recuperarse.
Esto no implica que no haya que arbitrar una prolongación de este mecanismo más allá del mes de junio, algo que para la mayoría de empresas será necesario porque no se habrá recuperado la actividad económica y sus ingresos seguirán muy mermados. También es cierto que deben ser una minoría.
En todo caso no veremos si todos estos esfuerzos han servido o no de algo hasta iniciar 2021 y para ello es necesario despejar algunas incógnitas como la magnitud de ayuda europea, los presupuestos generales del Estado y si se toca o no la reforma laboral, una de los caballos de batalla actualmente de muchas asociaciones de empresarios.