La jubilación continúa siendo, para muchos autónomos, una auténtica utopía. La realidad ha cambiado muy poco en los últimos años: son, de media, los trabajadores que más tarde se jubilan, muy por encima de sus homólogos asalariados.
A pesar de que la edad ordinaria de jubilación está en España en los 65 años y seis meses en este 2018, lo cierto es que la mayoría de trabajadores que cotizan en el RETA no se jubilan hasta bien pasada esa edad. Así lo ponen de manifiesto, al menos, los últimos datos de la Seguridad Social correspondientes a noviembre de 2018.
En concreto, las edades de los pensionistas actuales son las siguientes:
Tramos de edad | Entre 60 y 64 años | Entre 65 y 69 años | Entre 70 y 74 años | Más de 75 años |
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Autónomos | 23,1% | 24,6% | 18,7% | 33,6% |
Asalariados | 27,6% | 23,7% | 15,7% | 33% |
Estas diferencias se explican porque, en la práctica, hay cinco años de diferencia entre la jubilación en el régimen de los asalariados y en el de los autónomos. Así, mientras muchos trabajadores por cuenta ajena se jubilan entre los 60 y los 64 años, los autónomos tienen que esperar, de media, bastante más tiempo.
No obstante, esta situación no siempre se explica por una necesidad de intentar mejorar la pensión pública como consecuencia de una insuficiente cotización, tanto de base como en tiempo. En otras ocasiones, existe la necesidad de seguir llevando las riendas del negocio familiar, especialmente en aquellos casos en los que los autónomos se encuentran en buenas condiciones físicas, o la imposibilidad de encontrar un sustituto adecuado.
A ello han contribuido los cambios legales que permiten al autónomo cobrar la jubilación y seguir trabajando al mismo tiempo. En cualquier caso, los autónomos se encuentran todavía lejos del resto de trabajadores en cuanto a derechos se refiere.