Al menos este es el dato que refleja el Observatorio del trabajador autónomo. A pesar de que la Ley de Morosidad establece en 30 días el plazo máximo de pago de las administraciones con los proveedores, en realidad, el plazo medio se extiende hasta los 144 días, dato que contrasta con el plazo medio de pago de las empresas con sus proveedores, que se cifra en 85 días cuando el máximo legal establecido es de 60 días.
A pesar de estos malos datos, hay que decir que este plazo se ha reducido entre Junio y Agosto desde los 151 días hasta los 144 de la actualidad, habiendo caído el importe total adeudado en 15 millones de euros, hasta los 4.824 millones de euros. Sin embargo, esta mejoría no esconde lo que parece evidente: la Ley de Morosidad no ha servido para nada.
La Asociación de Trabajadores Autónomos, como suele suceder en estos casos, ha vuelto a dar la voz de alarma, y esperan que la situación del colectivo mejore en Octubre con el abono de hasta 2.000 millones de euros incluidos en el plan de pago a proveedores de 2013.
Según la encuesta realizada entre este colectivo, apenas el 8% de los trabajadores autónomos cobra sus facturas dentro de los 30 días preceptivos; el 19,4% los cobra en un plazo inferior a 90 días, mientras que el 29,2% de encuestados tarda en cobrar más de seis meses. El porcentaje más amplio (54,1%) está en el segmento de autónomos a los que se les abonan las deudas en un plazo que oscila entre los 90 y los 180 días.
Si al retardo en el pago de las facturas le añadimos la utilización del criterio del devengo en la liquidación del IVA, se da un fenómeno injusto, cual es el caso de empresas y autónomos que tiene que pagar el IVA de facturas no cobradas por parte de la Administración. Una situación que ni la Ley de Morosidad ni el Plan de Pago a Proveedores ha logrado solucionar.
En Pymes y Autónomos | La morosidad de las Administraciones: nuevas deudas, viejos hábitos Imagen | DafneCholet