La Conselleria de Industria, Comercio e Innovación se ha comprometido con las asociaciones del pequeño comercio valenciano a imponer restricciones a la libertad de horarios que actualmente disfrutan determinado tipo de locales.
Podría parecer simplemente un acuerdo de regulación sobre la tan traída y llevada cuestión de las aperturas en festivos, libertad de horarios comerciales, etc. Pero no es del todo así. Existe un trasfondo bastante más oscuro. De manera encubierta, estos acuerdos quieren imponer restricciones a los negocios de tipo bazar chino, que encontramos abiertos a cualquier hora, cualquier día de la semana, sin importar que sea domingo, festivo, Navidad, Año Nuevo, Viernes Santo, o Día de la Constitución. En la Comunitat Valenciana existe una libertad de horarios para todos aquellos "negocios familiares" cuya superfície de venta sea inferior a los 300 metros cuadrados, de modo que no solo cualquier Todo a 100 chino puede abrir según se le antoje si lo desea 24 horas al día, sino que también podrían hacerlo los Todo a 100 regentados por autóctonos, que sería su competencia natural.
¿Dónde está el quid de la cuestión? Obviamente en que los "autóctonos" no quieren mantener el ritmo de horarios de los chinos pero tampoco están dispuestos a que por este motivo los chinos vendan a todas horas y hagan negocio arrebatándoles sus cuotas de mercado.
Evidentemente es un análisis algo simplista, pero creo que refleja bastante bien la situación. Lo que me parece una hipocresía es que las asociaciones de pequeños comerciantes vean esa competencia como algo negativo, y, lejos de aprovechar los recursos que les confiere la legislación autonómica para establecer una competencia en igualdad de condiciones con los negocios regentados por asiáticos (porque de hecho, podrían hacerlo), optan por auto-recortar las libertades que les han sido otorgadas para perjudicar a quienes han sabido hacer un uso extenso de las mismas.
En fin, sé que con estas palabras me voy a ganar más de una enemistad, pero en este caso yo estoy con los comerciantes chinos. Mirad, cuando yo era pequeño, en mi pueblo sólo había un pequeño negocio regentado por chinos: un restaurante. Hoy, veinte años después, hay varios bazares, tiendas de ropa, restaurantes, tiendas de alimentación... Y no sólo significa que los chinos regentan sus propios negocios, sino que han sabido prosperar y ahora se han convertido en empresarios que generan empleo y contratan a españoles o a otros inmigrantes sudamericanos para trabajar en sus negocios, zambulléndose de pleno en la economía de nuestro país.
Y es más, estoy seguro que buena parte de la gente que los critica abiertamente ha entrado a compra un domingo o un festivo cualquier chorrada que podría haber comprado en un establecimiento autóctono al día siguiente en su horario habitual.
Seguramente esta medida saldrá adelante porque hay acuerdo entre asociaciones y Generalitat. Pero a mi me parece que en vez de haber dado un paso adelante, están dando un par de pasos atrás.
Via | Levante - EMV En Pymes y Autónomos | Pros y contras de la libertad de horarios Imagen | Adrián Zorzano