Razonar es siempre tan difícil para mí. Qué más da si al final todo me sale siempre bien, del revés.
Como bien canta Robe en "Jesucristo García", para mí es difícil, y lo es mucho más aún en estos tiempo de crisis que corren. No sé para vosotros, pero creo que es generalizado. En Actibva publican hoy una interesante entrada dedicada a la toma de decisiones en tiempos de crisis. Dentro de estas reflexiones, extraigo las siguientes:
En situaciones de crisis es imprescindible mantener la cabeza fría. Cuando los factores externos provocan sentimientos o reacciones negativas, tenemos que evitar a toda costa la toma de decisiones por impulso, dado que cometer un error es muy probable. También ocurre que nos podemos precipitar en la toma de decisiones por ejemplo en la empresa al cerrar una venta en condiciones más desfavorables motivados por la urgencia de obtener ingresos ya sin esperar a finalizar una negociación más correcta.
Debemos pensar que toda situación negativa es transitoria, aunque no sepamos determinar cuando va a pasar. "Siempre que llueve, al final para" es una frase que resume perfectamente lo anterior. Sumirnos en la depresión del túnel sin salida sólo genera que afloren nuestros aspectos más negativos.
Pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, o que pudimos mejorar resultados anteriores, sólo sirven para gastar tiempo y energías necesarias que debemos aplicar en gestionar nuestros recursso actuales. De los errores del pasado se aprende y punto, pero ni se mejoran ni se empeoran.
Adaptarnos al entorno. La concepción de nuestra empresa debe ser como la de un ser vivo, independiente interrelacionado con todo lo que le rodea, por lo que cuando el medio se vuelve hostil, adaptarse o morir es una necesidad de primer orden. No podemos mantener estrategías o sistemas que no funcionan indefinidamente en el tiempo.
En definitiva, interesantes reflexiones las que tenemos en esta entrada para aplicarlas en nuestra decisión estratégica y empresarial si no queremos que "nos salga todo bien, del revés"