Bien sea porque las sociedades de capital riesgo únicamente toman participaciones de empresas no cotizadas o porque el 99,8% del tejido empresarial español está formado por pymes, el caso es que el capital riesgo es, por el momento, terreno casi exclusivo de las pymes.
Al menos esto es lo que refleja un informe presentado por la Asociación Española de Empresas de Capital Riesgo (Ascri), en el que se puede ver que el 92% de las operaciones de capital riesgo que se llevaron a cabo en el primer semestre del año se dirigió a empresas de menos de 200 trabajadores. Una cifra bastante representativa que nos da una idea del tipo de empresas que acaparan el capital proveniente del Capital Riesgo.
El dinamismo de las pymes contrasta con el descenso general de las inversiones de capital riesgo, que ha sufrido un descenso del 56% en los seis primeros meses del año, con una actividad de 483 millones de euros en el mismo período de tiempo debidas, en gran parte, a la restricción crediticia que ha reducido el volumen de operaciones apalancadas.
Por etapas empresariales, hay que decir que el mayor dinamismo se observa en las primeras etapas de las empresas. En concreto, el 7% del volumen total de fondos se invirtió en 94 operaciones de semilla y arranque, y el 53% en operaciones de expansión empresarial.
Unas cifras que muestran una consolidación de las sociedades de capital riesgo en España en lo que aportaciones de capital a pequeñas empresas se refiere y que podría suponer un cambio de paradigma en la financiación empresarial, tan expuesta a las entidades financieras y que serviría para acercarnos a otros países como Estados Unidos, donde el capital riesgo y el capital semilla están mucho más consolidados.
En Pymes y Autónomos | Capital riesgo para financiar a las pymes Imagen | Carolina L. Llano