Tal y como habíamos comentado en algún post anterior, la subida del IVA general va a suponer un grave prejuicio para las pymes y los autónomos. Concretamente, el aumento del IVA reducido tendrá repercusiones negativas sobre el turismo y los pequeños comercios dedicados a la hostelería.
Aunque, en mi opinión, la demanda interna no se verá afectada por el aumento del IVA reducido al tratarse de productos de primera necesidad sin sustitutivos directos y, por tanto, la recaudación impositiva aumentará, los grandes perjudicados de esta medida serán los comercios dedicados a la hostelería sobre todo en destinos turísticos de sol y playa.
Tanto es así, que ya el sector turístico ha mostrado su indignación ante la subida del IVA del 8% al 10%, que reducirá la competitividad para España como destino turístico, uno de los grandes motores económicos de este país, y que tengamos por seguro que notará una reducción en sus ingresos durante este verano.
Incluso en otros países que han sido también intervenidos como Grecia se ha bajado el IVA reducido de forma notable desde un 11% al 6,5% o en Alemania desde el 19% hasta el 9% para, de esta manera, fomentar el turismo. Además, otros países competidores de España, como Italia (10%), Francia (7%), Turquía (8%) o Malta (7%), mantienen los mismos tipos impositivos de IVA reducidos para de esta manera promocionar su sector turístico.
Además, la propia Comisión Europea en sus Comunicaciones Oficiales siempre ha animado a los países a mantener e incluso reducir su IVA reducido para impulsar la competitividad en los sectores de la hostelería y el turismo y crear más y mejores trabajos que impulsen la economía de cada uno de los países. Desgraciadamente, este verano no será tan boyante como otros para los hosteleros españoles.
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