La ronda de financiación es un término que se ha puesto muy de moda gracias al capital que muchas startups han conseguido obtener para financiar su crecimiento. Ya sean sociedades de capital riesgo, business angels, fondos de inversión... todos ellos parecen acoger con los brazos abiertos los proyectos que parecen más rentables, e invierten sus capitales en ellos.
Sin embargo, las rondas de financiación no salen gratis. Según la firma especializada Ad&Law, la próxima startup que quiera seguir los pasos de las Snapchat, Uber o Instagram deberá estar dispuesta a asumir un coste monetario y en tiempo para superar la ronda de financiación. ¿Cuánto cuesta?
En líneas generales, y según los principales expertos de esta firma, las startups de reciente creación necesitan un capital inicial de entre 300.000 y un millón de euros. La mayoría de ellos desconocen los entresijos y costes asociados a esta ronda de financiación.
El tiempo, un coste que no se ve
En la mayoría de los casos, los costes iniciales no son monetarios sino de tiempo que tendrá que dedicar para contactar con inversores y formalizar estas rondas de inversión para obtener la financiación que necesitan. Así, durante este período, el emprendedor perderá, de media, 45 días en cerrar reuniones con potenciales inversores, con el coste de oportunidad que esto signfica, ya que la empresa deberá mantenerse con las aportaciones iniciales de los socios.
Una vez realizada toda la ronda de contactos, tocará reunirse con los potenciales inversores y revisar toda la información contable, fiscal, laboral y las proyecciones y valoraciones de la empresa. Este proceso que normalmente dura entre 6 y 8 semanas, aunque podría alargarse varios meses más.
¿Y cuánto cuesta en términos monetarios?
Pero el tiempo y el coste de oportunidad no son los únicos costes que tiene una ronda de financiación. De media, el coste para una empresa de preparar toda la documentación se sitúa entre los 2.500 y los 5.000 euros al mes, dependendiendo de la complejidad del proyecto y de las necesidades financieras que tenga la empresa.
En algunas rondas de financiación, además, se puede requerir una auditoría de la sociedad y, en otras, a pesar de que no esté obligado a ello, el propio emprendedor será quien lo haga por iniciativa propia, con el fin de reflejar una mayor transparencia entre los inversores. Una auditoría que, de media, cueste entre 2.000 y 2.500 euros más.
Para esta auditoría, es importante tener bien analizada y reunida toda la información legal, contable y laboral bien analizada y así evitar retrasos en la entrega de la información a los inversores. Contratar servicios profesionales de asesoría se mueve entre los 200 y los 1.000 euros al mes.
En definitiva, una ronda de financiación, a pesar de que en algunos proyectos resulta de vital importancia, tiene un coste que depende de cuál sea nuestro proyecto y nuestras necesidades.
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Imagen | Serge Saint