En los últimos años, con el avance de la crisis económica, se ha ido agravando el sentir pesimista generalizado de los empleados de muchas empresas, y de los sectores más variopintos. Esta situación, sin lugar a dudas, afecta al estado de ánimo, a la capacidad de concentración, y a la hora de abordar los problemas con decisión, por lo que es necesario que los gestores de personas aporten un plus en el proceso.
Como ayer analizaba en estas páginas, un jefe de equipo siempre es una referencia para sus subordinados, siendo este el pilar fundamental para crear una mentalidad y una convicción fuertes, con el objetivo de que las circunstancias no nos desvíen de los objetivos.
Para lograrlo lo que debemos evitar es alimentar rumores, y por supuesto, no crear un ambiente más pesimista que el que nos encontramos. Al tiempo que lo anterior, tampoco debemos pasarnos de positivismo, porque puede provocar justo el efecto contrario, siendo la mejor opción la de tener presentes nuestras posibilidades y buscar desde un punto de vista razonable nuestros puntos fuertes.
Algunos ejemplos de las herramientas en las que nos podemos apoyar son: la evolución de nuestra empresa a lo largo del tiempo, el expertise en la gestión de anteriores crisis, e incluso en nuestras habilidades y en los nuevos planes de acción que vamos a desarrollar.
En Pymes y Autónomos | ¿Crecemos junto a nuestro jefe?
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