Las grandes superficies, ni siempre, ni todas, utilizan malas prácticas en su relación con los clientes que no conviene copiar. El beneficio es muy pequeño, y a un pequeño comercio no le compensa nunca, a una gran superficie, un pequeño beneficio, repetido muchas veces, si les puede suponer algo de beneficio, mientras los clientes no pierdan la confianza.
Esa pérdida de confianza del consumidor es el principal motivo por el que no se deben copiar esas malas prácticas que ilustro con ejemplos a continuación; prácticas basadas en engañar con los precios de manera más o menos disimulada:
Marcaje erróneo: Marcar un producto a un precio en la estantería y cobrarlo a otro en la línea de cajas. Es una práctica que se esconde tras una disculpa (a veces es verdad) de que el precio es anterior, o no es esa referencia; al consumidor (si se da cuenta y reclama) se le cobra lo que marca, pero al que no reclama se le cuela ese precio, y lo que le parecía un buen precio, igual no lo es tanto.
Mismo producto, distintos precios: Colocar un producto con un precio en las líneas de cajas, y con otro en la tienda. A veces es un simple error de marcaje, o que se han olvidado de cambiar el precio en alguno de los dos sitios, otras veces no es así.
Cobrar lo que es gratis. Muchos productos traen sus envases rotulados con "25% gratis", "Gratis tal objeto comprando dos productos". Esos rótulos atraen al consumidor, que muy pocas veces comprueba (a veces no es posible) que eso sea realmente gratis, no es raro ver por ejemplo un desodorante que ofrece un 25% de producto gratis, más caro que el producto sin el rótulo, (a veces ni siquiera se molestan en quitar el producto que no tiene el descuento).
Packs ahorro más caros. Algo similar al caso anterior, productos que vienen embalados en paquetes de varias unidades, rotulados con "pack ahorro", o "pack familiar" que salen más caros que las unidades sueltas. Si el rótulo es el segundo, no hay engaño real, (el pack familiar no tiene porque ser más barato) pero se hace creer a la gente que es así.
Si lo encuentras más barato te devolvemos la diferencia. Suele ser un mensaje con mucha letra pequeña detrás que lo convierte en publicidad engañosa. Se basa en la confianza de la gente, que muy pocas veces compra el mismo producto en dos sitios a la vez para comparar los precios. A veces sólo se aplica a unos determinados productos, aunque se da a entender que se aplica a todos.
Ofertas agotadas. Como bien apunta nuestro lector, hay una práctica muy habitual, ofertas con mucho gancho, que agotan existencias enseguida, generalmente los centros comerciales se ofrecen a reservarte el producto a ese precio, pero para curarse en salud añaden en letra pequeña "oferta válida hasta fin de existencias".
Como decía al principio, estas prácticas no le compensan a un pequeño comerciante, el beneficio suele ser muy pequeño, y el riesgo (perder la confianza de un cliente) muy caro. Las grandes superficies se lo pueden permitir, porque, mientras no abusen de estas prácticas hasta el punto de perder reputación, perder algún cliente no les suele importar mucho.
En Pymes y Autónomos | ¿Cómo pelear contra las grandes superficies? Imagen | Fran Carreira