En un post anterior, comentábamos el modo en que podemos utilizar un blog para dar a conocer nuestra actividad. Lamentablemente, anunciarse no es suficiente. El punto clave en la relación con cualquier cliente es la fidelización: aportar los suficientes motivos y beneficios para que se decida a consumir nuestro producto o servicio a lo largo del tiempo.
Para ello, es importante mantener una relación fluida con nuestro público de destino. El grado de relación que conseguimos a través de un blog o Web corporativa implica asignar el esfuerzo en la parte del cliente, quien tiene que tomarse la molestia de acceder a ellas (aunque esta tarea se vea facilitada a través de agregadores de noticias). Tenemos que conseguir que el cliente sepa lo que estamos haciendo sin que este tenga que hacer el mínimo esfuerzo. Y para ello, lo mejor es recurrir a las redes sociales.
En Pymes y Autónomos ya hemos hablado sobre estas, aunque casi siempre centrándonos en aquellas orientadas a profesionales, como LinkedIn o Xing, que nos permiten una gestión más eficiente de los contactos relacionados con nuestra actividad. Por otro lado, Facebook y Tuenti (las más utilizadas en nuestro país), parecen estar reservadas al ocio. Eso no quiere decir que no podamos aprovecharlas en nuestro beneficio. Un buen ejemplo de esto es la característica de Páginas de Facebook.
Una página es muy similar al perfil de un usuario, con la diferencia de que están reservadas a organizaciones y empresas. Básicamente, nos permite tener una presencia en la Web, dentro de Facebook, con coste cero. Y lo más importante. Cada vez que la modifiquemos para incluir una noticia, fotos o videos sobre nuestra empresa, todos los seguidores recibirán estos materiales de forma automática.
Teniendo esto en cuenta, podemos plantear la siguiente estrategia. Primero, captamos a clientes a través de nuestro blog o Web. A continuación, les informamos sobre nuestra página en Facebook (o sobre nuestro perfil, si utilizamos Tuenti). Por último, los mantenemos informados a través de la plataforma. Si no lo hacemos mal y tenemos contentos a nuestros clientes, ellos mismos hablaran sobre nosotros a amigos y conocidos dentro de la plataforma.
Como no hay nada mejor que un ejemplo real, podéis visitar el perfil que El Poney Pisador (un bar que tengo cerca de casa, de estética Tolkien) ha creado en Tuenti para promocionar sus actividades (actuaciones de música en directo, sesiones de chistes, fiestas temáticas, etc.). No sólo han conseguido ofrecer un punto de reunión para sus clientes, sino que se lo han puesto fácil a estos para que se lo recomienden a amigos y conocidos (creedme cuando os digo que les está funcionando).
La principal ventaja es que no hay nada que perder. Si sale bien, perfecto. Y si no, lo único que habremos perdido es algo de tiempo, ya que crear un perfil o una página no nos supone coste económico alguno.
En Pymes y Autónomos | Networking a través de la Red, Las redes de contactos profesionales en los procesos de selección de las pymes
Imagen | Facebook